𖤐 Capítulo 16

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La Nueva

Casa

Blackford

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El sol lentamente comenzó a salir iluminando la oscuridad de la noche, abriéndose pasó para mostrar la belleza del mundo. El campamento estaba en silenció, el crepitar del fuego era lo único que hacía reconocible el hecho de que estaban ahí, las enormes tiendas de campaña estaban bien adecuadas para un descanso tranquilo.

Los caballeros de bronce que se estaban recuperando tras la paliza del día anterior abrieron sus ojos sintiéndose más descansados gracias a las pociones para restablecer la salud que tenían.

Los miembros de la guardia negra estaban despiertos, todos comenzaron a estirar sus cuerpos mientras esperaban la llegada se su señorita, ella no los decepcionó, como cada mañana se levantaba al salir el sol y hacía los ejercicios con todos ellos. Los magos del grupo eran sus orgullosos aprendices.

Ann estiró su cuerpo y se acercó, llevaba un joger gris oscuro con una camisa blanca deportiva, sus zapatos diseñados para ejercicios ahora se vendían como pan caliente a los nobles, todos querían una probadita de la comodidad que Zapatos Collins le daba.

Steven Collins era el dueño de la zapatería y era un gran amigo de la pequeña revoltosa, Ann le propuso elaborar sus zapatos y tras un contrato invirtió en su negocio, ayudó a mejorar todo el local renovando y ampliandolo por completo, ayudó a conseguir los materiales mucho más bajos gracias a su la red de conexiones de su padre y con ello, Ann se encargo de dibujar los estilos varios de zapatos.

Había practicado mucho para tener dibujos decentes, por lo que no fue difícil para Steven hacerlos realidad, claro que tras cada boceto estaba descrito su funcionamiento y la forma en la que cada zapato debía usarse.

— ¿Comenzamos? — Ann pregunto una vez terminó de estirar su cuerpo.

— Andando — Geo ordenó y todos comenzaron a correr, ya que estaban en compañía de un noble se optó por correr alrededor ya que tenían que cubrir sus espaldas.

Mientras corrían ciertos metros daban saltos, se agachaban y/o rodaban según la marca mágica que apareciera, Ann era estricta en preservar una condición física adecuada. En su vida pasada siempre hacía ejercicio, aunque amaba comer y gracias a que estuvo bajo un trabajo muy explotador dejó de ejercitarse para unirse a la población con sobrepeso, fatiga y ansiedad.

Esa fue una de las razones por las que decidió renunciar, uso el dinero que había ganado duramente esos años y viajo hacia el lugar que siempre anhelo conocer, Italia, ah, bendito país, al momento en que llego se sintió revitalizada, era una pena que su viaje solo duró cinco días, maldito terrorista.

En su vuelta número treinta todos ellos parecían recién comenzando a entrenar, perlas de sudor salpicadas por sus rostro eran apenas visibles.

Blake salió de su tienda y miro confundido a sus caballeros que estaban reunidos en su mayoría, salvo los que custodiaban su tienda, mirando en las cercanías. — ¿Qué está pasando? — preguntó curioso.

Sir Tristan fue quien dio un paso al frente para poner al corriente a su maestro — La Guardia Negra y la señorita Kloffman están entrenando, llevan más de treinta vueltas y no parecen estar agotados — explicó.

¡Ꭺ ꮮꭺ ꮇꮖꭼꭱꭰꭺ ꮮꭺ ꭲꭱꭺꮇꭺ!Where stories live. Discover now