𖤐 Capítulo 40

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El cielo estaba oscuro cuando salieron del salón B-2, todos tomaron caminos diferentes, Ann se encontró con Manu en la puerta principal del edificio, ella le explicó la situación y él sonrió.

— ¿Puedo ir? — Theo preguntó con un puchero.

Ann se rio entre dientes — No — ella le dio una palmada en el hombro — quizás luego te lleve a conocer donde vivo — le sonrió.

— ¿Lo prometes? — Theo preguntó con ojos llenos de esperanza.

— Lo prometo — Ann asintió y extendió el meñique para hacer una promesa, eso tomo por sorpresa a Theo, pero se adapto rápido y sonrió.

Ellos esperaron que el príncipe entrará a los dormitorios masculinos para irse.

Una vez en el carruaje todos comenzaron a hablar, primero dejaron a Nash y Roxy que eran vecinos, luego se fueron en la dirección de la casa del Barón en la ciudad Silk, la Baronía estaba a tres días de la ciudad Silk, pero la casa atravesaba la ciudad hasta el lado Sur de la ciudad, una de las zonas peligrosas ya que la base central de Rugrock estaba ubicada en esa zona

Las oscuras calles iluminadas tenuemente por los musgos de fuego se veían lúgubres, la sensación siniestra de que eran vigilados puso inquieto a los dos hermanos, Ann y Manu estaban tan frescos como una lechuga, y los escoltas que tenían eran apenas cinco.

Deborah rogó a los dioses para que nadie los atacará, ni ahora ni después.

— ¿Tu padre está en casa? — Manu preguntó repentinamente.

Ronny asintió — Sólo él vino con nosotros, dejó a mi hermano mayor a cargo de la finca y a mi madre para ayudarlo — contestó.

Manu asintió el conductor se detuvo de pronto sin embargo ninguno de ellos se salió de su asiento—gracias a la magia de protección que Ann le había puesto — los gemelos se inquietaron cuando vieron un grupo de hombres rodear el carruaje, todos vestían de negro.

Manu se rio entre dientes — ¿Estos tontos están tratando de usar ropa negra para timarnos? — negó divertido.

Ann los miró aburrida, analizando a todos, los guardias fuera del carruaje los miraron con diversión, todo esto era un intento de robo patético usando el nombre de la guardia negra para manchar su reputación.

— Capturenlos vivos — Ann ordenó y solo uno de sus escoltas se quedó a combatir a los quince hombres.

Los Gemelos parecieron preocupados porque era uno contra quince, pero no habían ni terminado de avanzar un metro cuando su guardián ya se había deshecho de todos los idiotas, los atrapó en un círculo de retención y luego los traslado a un recipiente de contención.

Todos parecían pequeños juguetes dentro del recipiente. Ellos siguieron el camino hasta la casa donde se quedaba el barón Cliford Clement, al llegar los gemelos se sintieron aliviados.

— Establezca un perimetro seguro —Ann ordenó y ellos asintieron.

Todos se movieron de prisa desapareciendo como sombras en la noche para cumplir su orden.

— ¿Podemos hablar con tu padre? — Ann preguntó.

— Bueno — Ellos asintieron.

Entraron a la casa y se encontraron a su padre luciendo pálido con un papel sobre la mesa, tenía un brazo herido y estaba cojeando por el dolor, todo indicaba que la gente del Marqués Krane se había movido para que le dieran las minas sin pagar.

Ann revisó los documentos mientras dejaba que sus Slimes sanadores salieran, ahora eran un poco más grandes sus alas marcadas eran doradas brillantes y parecían ángeles.

¡Ꭺ ꮮꭺ ꮇꮖꭼꭱꭰꭺ ꮮꭺ ꭲꭱꭺꮇꭺ!Where stories live. Discover now