02 Memorias De Un Descendiente

Cap 18

El intenso dolor taladrante de mi cabeza, me obliga a levantarme. Al hacerlo vuelvo a caer en la cama. Suspiro. Los recuerdos empezaron a rodar como cintas de vídeos en mi cabeza, haciendo el dolor más desagradable.

Con toda la voluntad de mi ser, me siento. Tomo una caja de pastillas del cajón y un vaso de agua, me trago las píldoras de un solo trago. Me quedo así por unos segundos, hasta que las lágrimas empiezan a descender por mi mejilla sin control. Todos los recuerdos empezaron a verse más nítidos.

Mi cuerpo se siente como plomo, y mi espalda hormiguea, respiro calmadamente, el cosquilleo familiar entre mis omóplato se presenta, hasta que dos alas negras y plateadas en forma de pájaro aparecen. Mi cuerpo se siente liviano, y la incomodidad desaparece. Una sonrisa se dibuja en mi rostro << Cuanto extrañaba esta sensación >> pienso al sentirme casi completa.

Salgo de la habitación, el dolor de cabeza va disminuyendo poco a poco. Voy a la habitación de Alice, y esta, está durmiendo plácidamente. Me dirijo afuera para tomar aire. El sol esta ascendiendo a lo lejos, espantando así, la oscuridad de la noche. Las sombras empiezan a presentarse. Miro mi sombra, y me doy cuenta que esta no aparece.

— Hum... Las sombras — pienso en voz alta. Miro el paisaje — ojalá todo fuese como antes.

<< Antes.... Antes nada era como ahora >> me digo, y es cierto, ahora todo es diferente, mi razón de vivir es cuidar de los míos. << Y que hay de Damien>> habla mi subconsciente. << Todo se acabo desde el día en que le falle >>.

Me acerco al borde de la colina y empiezo a correr con todas mis fuerzas, la emoción me gana y pego un salto, para luego batir mis alas y elevarme en el cielo, el aire me acaricia el rostro, mi cabello baila al compás del viento, éste me abraza y abraza mis alas. Subo y subo hasta que las nubes son mi compañía. No tarda mucho hasta que los rayos del sol me iluminan, giro y doy vueltas en el aire sintiéndome viva y riendo.

Miro hacia bajo todo bajo mi perspectiva se ve diminuto, los sectores parecen puntos en la tierra. Pero lo que más me inquieto, es ver el castillo en medio de los sectores, y eso, solo significa una cosa, la AIS esta en modo defensa, es decirse que hay un enemigo y se cual es, Malik.

Me lanzo en picada, haciendo que el viento me golpeé. Cuando estoy por chocar contra la tierra, planeo y vuelvo a alzarme, doy varias vueltas hasta que mis pies chocan contra el suelo haciendo que me hinque.

° • .Alice. • °

Me levanto sobresaltada, pero en el proceso me caigo, y mi espalda choca contra las baldosas. No me levanto, los recuerdos de ayer me golpean como una ola de choque. El temor me invade, y muchos otros sentimientos me asaltan de igual manera. Pero entre todos está la decepción y la rabia.

Pasos apresurados se oyen en el pasillo. Mi puerta es abierta de golpe, y en ella aparece una Lucy y ... Sus alas, esas malditas alas que tanto extrañaba ver. Lucy pliega sus alas y estas desaparecen, como si nunca las hubiese tenido. Ella se queda mirándome seria.

— Hay que hablar con las chicas — digo levantándome.

— Lo sé, acabo de ver la AIS desde lo alto — informa — esta en modo de defensa, y sabes que significa.

— Que estamos bajo amenaza — adivino, asiente — es muy temprano para molestar — me quejo.

— Esto es importante — insiste — Malik busca su venganza.

Me siento en mi cama — Lo sé. — admito — ellas ya deben saberlo, además ellas recuperaron la memoria antes que nosotras.

Desvía la mirada — Todo parece tan irreal — confiesa cierra sus ojos por unos segundos y luego me mira — Lissa...

Mi vista conectó con las baldosas — Es la realidad — digo — y Lissa aun no aparece, tenemos... Tenemos que seguir las ordenes de Tessa al pie de la letra, ella nos guiará.

— Quiero matarlo — dice rencorosa.

Me levanto — Todos queremos — la corrijo — ahora sal de aquí, quiero cambiarme.

Asiente — Lo siento. — se disculpa

— ¿Qué te han dicho tus sombras? — Umbrokinesis, ese es el poder de Lucy, el poder de un halcón negro, ella controla las sombras y puede solidificarlas, al mismo tiempo puede mantener contacto con los muertos. Similar como una nigromante.

— ¿Has intentado invocar a Lissa? — contraataca, sale rápidamente de la habitación, dejándome con la palabra en la boca.

<< Recuerda que las sombras han intentado corromperla >> me digo.

Es cierto, cuando Lucy descubrió su poder, las sombras fueron su única compañía, tanto buenas como malas, y mucho más cuando su padre la descubrió que era un halcón negro. Según ella se sintió como un pájaro enjaulado. Ahora es la reina de las sombras, ama y señora de estas, todas les temen, y eso es bueno, además las sombras siempre le hablan, tanto para corromper como para ayudar << Idiota si sabes como se pone con el tema de las sombras, ¿por que coño sacas el tema? >> me reprendo.

Prometo disculparme con ella luego, ahora hay más cosas importantes con que lidiar. La Invocación, ese es mi poder, pero no es la gran cosa, sinceramente, considero mi poder inútil, comparado con el de los demás. Por ello siempre me esfuerzo a la hora de pelear a puño limpio o con armas.

Es por ello que Lucy siempre contraataca cuando le preguntas sobre sus sombras, todas tuvimos un comienzo difícil, pero Lucy sufrió más, ya que su poder repela a todos, el mío... El mío solo sirve para hacer que las cosas aparezcan siendo todo más fácil, sin embargo, nunca me preocupe en reforzar mi poder ya que lo consideraba inútil, y ahora sufro, ¿por qué? Pues no puedo traer a Lissa devuelta, y eso me hace sentir como fracasada.