M. Byron [The Teacher] - ¡Disponible en físico!

15. Suspiros eternos

—No, lo siento, pero no lo haré —Luke se incorporó, dispuesto a abandonar el dormitorio, pero la mano de Bruce lo detuvo al instante, posándose con fuerza en su garganta.

—Tú no vas a ningún lado Avery, digamos que "por ahora" serás nuestro perrito mensajero —advirtió su agresor mientras lo volvía a tumbar en el sofá con más energía de la necesaria.

—¿Es que ya te cansaste de serlo tú, Hudson? —escupió, a pesar de que no estaba en la mejor posición para decirlo.

Bruce alzó el puño dispuesto a golpearlo, y Luke sabía que no iba detenerse a pensar dos veces en atravesarle la cara, así que entrecerró los ojos esperándolo. Pero la suerte estuvo de su lado.

Probablemente a un precio muy alto.

Darrell detuvo con una facilidad impresionante el golpe de Bruce, únicamente lo sostuvo del brazo y utilizó la misma fuerza de su avance para golpear al chico en las costillas, provocando que se doblara de dolor y retrocediera.

—¡Hey Darrell, qué demo-...!

—Cierra la boca —lo cortó el rubio con tranquilidad—. Esa no es forma de tratar a Luke. Si hace mal el trabajo, será por tu culpa.

—Pero no quiero hacerlo, me meteré en problemas, y sabes que el profesor Byron es-...

—El profesor Byron —lo cortó el rubio alzando una mano con autoridad—, no hará nada que no nos haya hecho ya. Además, ya has visto cómo reaccionó el rector con mi intento de ingreso al sistema, solo fue una pequeña suspensión que no matará a nadie.

—Eso dices ahora, pero tú sabes que las suspensiones siempre te dejan en la mira de todo el comité

—Solo quiero un poco de justicia divina, Luke —dijo con cierto énfasis al tomar el rostro del chico con ambas manos, y darle un par de palmadas en la mejilla izquierda—. No es justo que el profesor se quede con toda la diversión, ¿no te parece?

—Lo único que quieres es vengarte, y no soy tan estúpido como para entrar en algo así —aseguró el de cabello oscuro, zafándose del agarre de Bloom—. Tú sabes mejor que nadie los rumores de Byron siendo el protegido del director, inclusive han dicho que todo el rector está de su lado. ¿Qué te hace pensar que voy a intentar algo en su contra?

—No seas cobarde, sabemos que también recibes lecciones nocturnas —habló Bruce por primera vez desde el golpe de Darrell—. ¿O es que ya te gustó ser tratado como una muñeca?

—¿Lo dice la muñeca que también se corre y gime como una perra con Byron? —contraatacó el aludido sin importarle si lo mataban en ese instante.

—¡Déjame partirle la cara, Darrell! Le deformaré la maldita boca —pidió Bruce poniéndose cada vez más tenso.

—Ya basta, los dos —ordenó el rubio sentándose en el sofá junto a Luke—. Escucha, estoy haciendo esto de buen humor, pero comienzas a agotar mi paciencia.

—Pues lamento que tengas tan poca, pero ya dije que no lo haré, y puedes amenazarme con convertirme en el saco de boxeo de tu bestia —dijo señalando a Bruce—. Pero a mí no me vas a convencer.

El rubio asintió, ignorando el insulto hacia Bruce, quien no parecía nada contento con Darrell tratándolo como una mascota, pero éste tenía otras prioridades.

—De acuerdo, tampoco voy a obligarte —accedió para sorpresa del chico—. Ahora vete, necesito a alguien más que haga esto.

El de cabello oscuro entrecerró los ojos con desconfianza, pero se levantó obediente a recoger sus cosas para abandonar el dormitorio de Darrell, no quería estar un segundo más ahí y temía que el rubio se arrepintiese de haberlo dejado ir.