M. Byron [The Teacher] - ¡Disponible en físico!

La última lección

Nadie sabía lo que era la verdadera paranoia hasta que algo tan corto como un beso ponía el mundo de cabeza. Deseaba estarse volviendo loco, poder culpar al cansancio y atribuir todo a su desastroza mente que sacaba conclusiones sin haber pensado en ellas.

Pero en el fondo, sabía que no era así.

Bastó un beso para pasarse la mayor parte de la velada fingiendo que todo estaba bien. Ethan se aferraba a la venda que decía "es solo tu imaginación" y con ello se escudaba para dejar de mirar a Byron con preocupación. Para dejar de interrogarlo con la mirada y no volver a preguntarle si todo estaba bien. Él no le mentiría, pero le ocultaba tantas cosas que Ethan ya no se sentía seguro.

En realidad, no se sintió seguro desde que había sido arrastrado a este lugar por Sebastian.

Ya le había parecido extraño que le pidiese saltarse una de sus clases, que en un fin de semana su actitud hubiese cambiado hacia él y se mantuviese mucho más reservado de lo habitual. Pero de ahí a concebir la idea de que le había ocultado algo aún más grande, era pesado para sus hombros. ¿Una relación con el profesor Wild? No lo entendía, ciertamente no fue hasta que ambos lo explicaron que comenzó a comprender un poco esa situación, pero aún prevalecían preguntas. Preguntas que ahora no tenía ningún derecho a hacer. No podía preguntarle a Sebastian el por qué le había ocultado por tanto tiempo que tenía encuentros con el profesor Wild, o por qué le ocultó que estaban relacionados por aquel hombre llamado Vicent si se enteró mucho antes.

No tenía derecho, porque él le había ocultado todo respecto a Byron, y el mismo Sebastian se lo había recordado.

No se sentía con el poder suficiente para exigir una explicación, aunque tampoco estaba precisamente contento. Si sacaba cuentas respecto a las veces que el profesor Wild aseguraba que se habían encontrado, aquello había ocurrido mucho antes de que Sebastian descubriera su relación con Magnus. Tal vez no esperaba que el moreno le revelase todo, pero sí se sentía extraño, casi traicionado por su amigo. No importaba quién hubiese ocultado las cosas primero, era duro recibir el golpe de saber que Wild sí le había dicho todo a Byron.

Es verdad que esos dos ahora salían "juntos" oficialmente por eventos ocurridos el fin de semana, los cuales no estaba muy seguro de querer enterarse. Pero si esto era gracias a lo sucedido entre ellos a lo largo de estos meses... le encantaría saber cómo es que Sebastian había admitido que estaba enamorado hasta este punto.

Tal vez ahora entendía por qué el moreno lo había tratado tan duro cuando vio por primera vez las marcas en su cuello. A diferencia de Ethan, él se había dado cuenta mucho antes por su forma de actuar, y debió ser igual de decepcionante tener que enterarse sin que el casi-rubio le explicase personalmente antes.

Estaban a mano. De una forma deprimente, pero estaban a mano.

Por eso ahora en su cabeza se montaba un caos, entre el "no puedes reclamarle nada porque hiciste lo mismo" y el "pero sigue siendo mi mejor amigo... ¿por qué no me lo dijo antes?". Al final solo se topaba con un callejón sin salida en el que ya le dolía pensar. Aunque prefería concentrarse en esto y no en la paranoia de que algo le ocurría a Byron. Tenía un muy mal presentimiento cada vez que lo miraba, inclusive el profesor Wild parecía observarlo de reojo cada tanto, como si también esperase a que Magnus dijera algo. Ni hablar del director William, tenía el reproche grabado en sus ojos, y sabía que no iba dirigido hacia Wild o Sebastian porque éstos estaban más que tranquilos.

¿De qué se estaba perdiendo? ¿Qué era lo que todos sabían que él no? ¿Es que ya nadie confiaba en él? ¿O él ya no podía confiar en nadie?

Felicidades cerebro, ¿querías demencia? La conseguiste.

—Ethan, ¿por qué tan callado? —preguntó Magnus después de un rato, sacando al de ojos verdes de su nube de histeria.