Shiro Kuro

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Akane:

El día era hermoso y los rayos del sol entraban por la gran ventana del salón.
Un día perfecto para que no ocurrieran asesinatos... O eso supongo yo...
Ah, todo esto en verdad es bastante complicado. Nunca antes me había pasado pero relacionar esto con que es real, me cuesta trabajo... Aunque no lo demuestre
-Akane, ¿crees que un labial rosa se me vería bien? –Me pregunta Akazawa mientras me sonríe y me mira con un gran brillo en los ojos.
Me quedo analizándola un rato, para deducir que le vendría bien un rosa pastel y no uno intenso
-Claro, pero sería uno en pastel, el rosa intenso casi no estaría bien en ti, se vería muy brusco con tus rasgos muy finos –Sonrío y ella asiente

Volteo mi cabeza hacia mi banca de nuevo me sumerjo en lo que antes estaba pensando...
Un asesinato...
Es bastante extraño el hecho de que cuando escuchamos sobre la muerte de alguien en la radio, o en las noticias de la televisión, no sentimos realmente nada por aquella persona fallecida, sin embargo, cuando es una persona que al menos conocemos, sentimos a veces una gran tristeza y en ocasiones miedo de que nos vaya a pasar algo igual.

"Tienes que dejar de pensar en eso", trataba de tranquilizarme yo mismo y poder distraerme aunque sea un poco, puesto que el hecho de que el maestro esté hablando de los órganos del cuerpo humano, no ayuda demasiado... Y hasta cierto punto me da asco.

Desvío la mirada del pizarrón sólo para encontrarme con la única persona del salón que creo es interesante...

Ahí se encontraba Zero bastante concentrado en la clase y sus apuntes. Me perdí profundamente en sus ojos, en su suave cabello y la delicadeza que tiene al escribir; me pregunto cómo será su aroma, cómo me susurraría cosas al oído... cómo se sentirán sus manos al tocar las mías o qué tan suaves serán sus labios...

Aún recuerdo el día que lo conocí, fue hace dos años cuando llegó de emergencia a esta escuela; se sentó al lado de mi con esa seriedad que lo caracteriza; durante toda la clase no dijo nada y no hizo ningún ruido, sólo estuvo concentrado entre su cuaderno y la pizarra. Al final dela clase fui el encargado de prestarle mis apuntes para que estudiara y estuviera al día con la clase, avergonzado de que mis cuadernos eran un desastre se los dí, él no dijo nada, sólo los tomó entre sus manos y se retiró. 

Cuando salgo en mi bicicleta lo veo a lo lejos de camino a casa, él estaba observando un ave que parecía tener problemas en sus alas, así que con delicadeza él la toma entre sus manos y la coloca en un lugar seguro para que nadie pueda lastimarla. Después retoma el paso hacia su hogar, mientras el viento acaricia su cabello que a simple vista se ve suave y perfecto.

Al día siguiente me devuelve mis cuadernos con amabilidad, estaba a punto de pedirle disculpas por el desorden en ellos pero sólo dijo un "gracias", y detrás de ese negro cubre-bocas pude notar una muy sutil sonrisa al mismo tiempo que mis manos levemente rozaron las suyas al entregarme mis cosas. Desde ese entonces no lo he visto sonreír con nadie más, y mucho menos oír su voz.

Sin embargo, en medio de recordar todo esto, la horrible escena del asesinato invade mi mente, como si reviviera el momento, mi corazón sólo se exalta por unos momentos mientras me tranquilizo sabiendo que estoy en clase.

Suspiro y vuelvo mi mirada hacia el rostro de Zero, que de un momento a otro gira su cabeza para verme a los ojos directamente, y yo no hago nada más que sonrojarme y desviar mi vista hacia la pizarra, y solo así me doy cuenta de que el profesor me estaba haciendo una pregunta.

-¿Me repite la pregunta?, por favor.- Digo con calma mientras por el rabillo del ojo trato de espiar si Zero aún me observa.

-Función de la glándula pituitaria.- Me mira con desaprobación el profesor, mientras que Saku inclina su cabeza hacia atrás y rueda los ojos.

ゴシップ (Gossip)Where stories live. Discover now