ゴシップ (Gossip)

Sakuran

Akane:

-Váyanse ustedes, tengo que buscar a Satsuki. - Dijo Saku preocupado mientras retrocedía, listo para buscar a Satsuki, yo niego con la cabeza porque no quiero que se aventure solo. -Prometo que volveremos, no puedo dejarlo solo... Ve. -Mira a Zero a los ojos, con decisión asiente para que lo deje.

-Saku, te va a ir muy mal si no regresan a tiempo. -Lo amenaza Mei, entonces Saku no hace nada más que afirmar con su cabeza. -Cumple tu promesa. -Le señala, e inmediatamente al terminar estas palabras Zero cruza al otro lado, en cuanto pisa el suelo, todos salimos corriendo, dejando solo a Saku.

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-Yo hablaré con Kei. -Dijo Mei de la nada, estábamos a punto de abrir la puerta que nos llevaría dentro del reformatorio.

La respiración de todos estaba sumamente agitada, habíamos corrido lo más rápido posible de ese lugar, intentando evadir que alguien nos vea, alejándonos de aquel sonido de alarma que tanto miedo nos causó.

Kyouki empezó a hiperventilar a mitad de camino, ya se podía notar en sus ojos el pánico por haber cortado en trocitos a una persona; se abraza un poco con Hisame para retomar compostura.

Kei nos abre la puerta, con rapidez y orden ingresamos, nos observa con la mirada uno a uno, sin siquiera sorprenderse o inmutarse porque estamos jadeando como si hubiéramos corrido un maratón. Su rostro cambia cuando al contar con la mirada se da cuenta que faltan dos personas. -¿Dónde están los demás? -Frunce el ceño un poco enojado.

-Secuestraron al pelirrojo, Saku fue a buscarlo. -Le respondió Mei, limpiando el sudor de su frente con las mangas de su ropa.

-¿Qué?, ¿cómo sucedió? -Cierra la puerta con sutileza, de no ser porque es de madrugada estoy seguro que la hubiera azotado con enojo.

-No lo sé, de repente Satsuki ya no estaba por ninguna parte cuando comenzamos a correr hacia acá. -Respondí con miedo, me acerqué a entregarle el arma que me había proporcionado, él suavizó la mirada ante mi, suspiró un poco pesado pero no me regañó.

-Tienen que regresar antes de que terminen las clases el día de hoy o están muertos. -Amenaza a los demás, sobre todo a Zero por ser el único disponible del grupo que puede reprender sin miedo. -Yoka me va a matar... -Pasa sus manos por su rostro. -Váyanse ya. -Nos hace una señal con la mano, harto de nosotros.

Con una mirada triste comienzo a caminar detrás de todos hacia los dormitorios, Zero está al lado de mi, lo más cerca que puede pero sin tener contacto físico. Los demás también se ven cansados, es como si su noche perfecta se hubiera arruinado por el simple hecho de que una alarma de policía nos hizo entrar en pánico, sumado a la desaparición de Satsuki.

Kyouki ya está comenzando a rezar, Hisame lo consuela un poco.

-Todo estará bien, descansen un poco. -Nos dice Yohan mientras ingresa a su habitación con sus compañeros, a la vez que Kyouki y Hisame cierran la puerta de su habitación.

Zero asiente y ambos ingresamos al dormitorio, cerrando la puerta lentamente.

Ninguno de los dos dice nada, probablemente el shock fue lo suficientemente grande como para dejarnos sin palabras, hartos de estar despiertos o de convivir con personas. Tanto que sin más, se coloca su pijama y sube a su respectiva cama, dejándome solo.

No le reclamo nada, así que con pasividad retiro mi ropa para colocarme algo más cómodo para dormir. Cepillo mi cabello y con cansancio me recuesto.

Cierro los ojos, pero el sonido de la sirena vuelve a atormentar mi mente, me provoca incomodidad, así que comienzo a dar vueltas en la cama tratando de encontrar una mejor posición que me sea más cómoda. Hago esto en vano, porque entonces mi mente vuelve a proyectar las imágenes del cuerpo de hoy, de ambos cuerpos; mi corazón se acelera, y con esto parece que no podré dormir por tantas emociones encontradas.