ゴシップ (Gossip)

Mental Money Neurosis

Ritsu:

-Sanará en poco tiempo, sólo no te fuerces. -Le dije al chico pelirrojo que parece se llama Satsuki. Terminé de colocar una venda limpia sobre su herida, me vio agradecido y le correspondí con una sutil sonrisa.

Me dirigí hacia mis cosas y comencé a guardar las pocas herramientas que había utilizado para auxiliarlo; escucho cómo busca entre su ropa pantalones limpios y se los coloca.

-Ritsu, ¿cierto? -Me pregunta su amigo más bajito colocándose a mi lado derecho, viéndome con curiosidad, se cruza de brazos. Yo afirmo con la cabeza a la vez que le doy una sonrisa sutil, terminando de guardar mis materiales en mi mochila especial, son inofensivos así que por esa razón no me los quitaron. -Yo soy Saku. -Se presenta.

-Ah, el profesor de matemática estaba buscando a ambos. -Le mencioné al recordar lo que había sucedido en clase, él de inmediato se sorprende un poco, pero trata de mantener la calma. -Dijo que hablaría mañana con ustedes. -Me volteo para ver también al pelirrojo.

-Ocurrió un pequeño accidente, y por ello no asistimos. -Soltó un suspiro, yo tomé asiento en la orilla de mi pequeña cama. -Ritsu, debes saber que al haber entrado en este dormitorio también entraste en todo un acertijo que estamos resolviendo. -Me habla claro, lo único que hago es verlo con completa calma, él se sorprende un poco de que no me esté negando. -¿Por qué no te estás negando?

-Saku, hace unos minutos dijo que se comió una persona, ¿de verdad te sorprende que no se esté negando? -Dice Satsuki acomodándose en su cama, provocando que me ría un poco.

-No tengo nada ni nadie más. Cualquier cosa es mejor que regresar a casa. -Digo sincero y Saku me ve con un rostro de tristeza casi imperceptible.

-¿Qué tan hábil eres resolviendo enigmas? -Pregunta Saku, tomando asiento al lado de mi.

-Solía ser estudiante de enfermería, no sé de qué manera eso puede ayudar a resolver un enigma. -Me encogí de hombros, él se puso pensativo durante unos momentos, soltó un suspiro un poco desesperanzado, pero no como para hacerme sentir mal por no ser lo que él esperaba.

-Puede que Koyomi nos ayude si se lo pedimos. -Interrumpió Satsuki los pensamientos de su amigo. Yo no sé quién es esta persona que acaban de nombrar.

Saku se levanta y se dirige hacia una mochila negra, de donde extrae unas cosas, lo que parece ser un diario y una fotografía, los observa durante unos segundos y al final decide quedarse con la fotografía. -Vamos.

-Satsuki no debería caminar. -Me apresuro a decir; todo mi trabajo habría sido en vano si decide moverse mucho ahora.

-De acuerdo, ven tú entonces. -Me hace una seña y de inmediato lo sigo tras haber abierto la puerta y dirigirse a la habitación de al lado, la cual estaba cerrada.

-Mei, ¿dónde está Koyomi? -Pregunta alzando un poco la voz, sólo se colocó frente a la puerta.

-Biblioteca. -Le respondió una voz al otro lado, se escuchaba medio dormido.

Ya no dijo nada más y de inmediato comenzó a caminar hacia dicho lugar; sin interrogarlo lo seguí por los largos pasillos y por las ruidosas escaleras en las que nuestras pisadas eran lo único que retumbaban entre las paredes, como si todos hubieran desaparecido.

Llegamos a una puerta en la que no había ningún etiquetado, sólo era de madera y se veía vieja, como aquellas puertas que suelen usarse en la cocina donde sólo empujas para poder salir o entrar sin necesidad de una perilla y mucho menos causar ruido. A Saku le importó poco todo esto y abrió dicha puerta con fuerza provocando un ruido molesto.