Farewell City [Farewell City #1]

Zeus.

Es la primera vez que Molly vive aquello y está nerviosa, por no decir algo intimidada. El lugar en el que está parece ser una sala de reuniones que los Iluminados del cuartel usan y hay demasiada gente como para que no sintiera la presión sobre sus hombros. Went está a su lado, aunque mantiene la distancia de manera considerable. Se nota que aún sigue sorprendido y a la defensiva por lo sucedido.

Owen está aterrado y escandalizado, primero se culpa a sí mismo por dejarlos solos en el cementerio y luego entiende que no es culpa suya en realidad. Blood se encuentra en la reunión con su hermano y varias personas también permanecen atentas, pero no comentan nada. Black es el que más habla y trata de pensar en lo que había sucedido.

—Ellos tienen a Gabriel —les recuerda Black como si no fuese algo que tuvieran todos en mente en ese momento. Blood frunce el ceño y hace un chasquido algo molesto y sonoro. Molly levanta la vista hacia ella tratando de entender qué está pasando por su cabeza. Cree adivinarlo.

—Creo que sabemos eso, hermanito —acota Blood burlándose de su hermano, que no parece ser un hombre al que uno pueda hacerle bromas.

—Y te quieren a ti —sigue comentando Black lo obvio con la mirada perdida—. Es un buen movimiento, no pueden negarlo.

—¡Que se la lleven! —gruñe Blood escandalizada por la duda de todos. Molly alza la mirada hacia Owen y al instante le sonríe con su dulzura y niega con la cabeza—. ¡No vamos a perder a nuestro líder por culpa de ella!

—Ella es Molly Davies, Florence —masculla entre dientes Went, llamándola por un nombre que nunca ha escuchado. Molly supone que ese es su verdadero nombre. Blood no suena como un nombre y Black tampoco. Por la reacción de la chica, ese enojo lleno de ira y humillación, Went ha dado en el blanco—. Imagina cómo puede llegar a tomar Gabriel que la entreguemos.

—Idiota.

—No más que tú, entregando lo único valioso que tenemos.

—Basta. Maduren —se queja Owen suspirando y sentándose en la silla al lado de Molly. Lo observa con suma tranquilidad y por momentos quiere tomar sus manos para darle aquel estado a él también. El pobre hombre luce abatido. Todo por su culpa y por supuesto la culpa de aquellos idiotas Guardianes—. Tal vez debamos detener la reunión hasta que pueda pensar algo coherente.

—Hay una solución, Owen. Tú la sabes —retoma Went tomando el control y acercándose al abatido líder de los Iluminados. Él no quiere hablar, solo mueve su cabeza en señal de negación. Finalmente, Molly apoya una de sus manos sobre la rodilla del chico, es complicado para ella hacerlo, pero cuando lo hace siente la tranquilidad en su pecho. Owen no merece aquello y por más que Went se comportara como un idiota, al ver a Owen de ese modo desea solucionar los problemas tanto como ella—. Es salvarlo.

—¿Cómo vamos a salvarlo cuando son el doble? —inquiere Blood fastidiada. Se escuchan murmullos de las personas que están detrás de ella, pero Blood solo gira los ojos—. No dudo que seamos buenos... pero, vamos, ellos son más. Tienen mejores armas que las pocas que nosotros tenemos.