Farewell City [Farewell City #1]

Culpable.

El cuartel comienza a verse lentamente y así también el fuego. Los tres Iluminados abren los ojos incrédulos mientras el autobús se mueve en la niebla. Molly por segundos cree que han llegado tarde y que ya no existen más Iluminados que ellos. Pero nota algunas sombras moviéndose de un lado al otro en aquel desastre. Si bien no espera ver aquello, se alegra al saber que aún viven los Iluminados. No se sienta, pero permanece de pie en la puerta principal contemplando lo que ha sido un lugar y ahora solo es fuego. La iglesia ha sido consumida por completo, solo la torre con su cruz característica sobrevive gracias a su altura.

En cuanto al cuartel, el fuego comienza a acercarse lentamente a las paredes de cemento. A diferencia de la iglesia, donde la madera no favorece.

Una leve sacudida llega cuando piensa en Gabriel, Zeus y Lilah, deseando que el fuego no los haya alcanzado. Muy pocas veces ha sentido cariño hacia su padre, sin embargo, a pesar de todo, no desea verlo muerto. Es su padre a fin de cuentas. También piensa en su hermano, pero sabe que él puede escapar. Ha nacido para sobrevivir, como ella.

—¿Nunca han pensado en un plan de escape si sucedía algo de este modo, Owen? —pregunta Molly con seriedad, sin sonar demandante. Owen no responde al instante, está preocupado mientras acelera y pasa los primeros muros. No puede avanzar mucho más ya que la chatarra, los muros y los escombros no dejaban pasar al autobús.

—Sí, ellos deberían estar escondidos en el sótano, pero Lisa no responde mis llamados —le explica. Blood y Molly observan la radio reposando en un asiento del autobús. Han permanecido en silencio desde que comenzaron el viaje, por momentos Molly rogaba escuchar la voz de Lisa diciéndoles que todo está bien. Pero nada de eso ha sucedido. Tal vez ha perdido la radio, como le sucedió a Molly. Ruega que fuera eso.

—¡Es Zeus! —exclama volviendo a la realidad, señalando al hombre frente a ellos extendiendo sus manos. Lleva un cigarrillo en su boca, Molly no puede comprender cómo desea fumar en semejante momento. La chica presiona el botón de la puerta y no espera a que Owen se detenga: directamente salta.

Sus piernas no responden correctamente, a pesar de la poca velocidad del autobús, y se abalanzó hacia Zeus al perder el equilibrio. Él no trata de atraparla, dejándola caer al suelo sin gracia. En otro momento, seguramente habría conseguido alguna broma de su parte, pero en cambio se levanta de un salto para enfrentarlo. Zeus simplemente sonríe con esa oscuridad que normalmente suele envolverlo. Aquel hombre es un misterio.

—¿Has llegado a salvar a los Iluminados, Gabrielcita? Será mejor que te muevas. Me dijeron que los esperara aquí, pero tienes un trabajo duro que hacer.

Molly lo ignora corriendo todo lo que sus piernas le dejan, aunque no es mucho. Pero Owen aún no la ha alcanzado, y eso significa que seguramente ella llegará primero y deberá solucionar lo sucedido. Salta los escombros y finalmente logra llegar a la puerta principal.

—¡No! —exclama Molly horrorizada al tratar de abrir la puerta principal. Completamente cerrada. Aun así, puede escuchar los gritos en el interior y escuchar las llamas en el lugar. Sus Iluminados. Sus Iluminados morirán por su culpa.