Descubrimientos

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        Solía soñar con Moritz, sin embargo, esa vez no tiene la suerte y al despertar en su habitación lo primero que piensa fue en él

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        Solía soñar con Moritz, sin embargo, esa vez no tiene la suerte y al despertar en su habitación lo primero que piensa fue en él. Está furiosa, enojada y sabe que aquello es algo digno de los Iluminados. Por culpa de esos sentimientos el mundo está de ese modo. No puede controlar la furia, desea golpear al primero que se cruce en su camino y cuando trata de incorporarse se encuentra con el rostro de Went observándola.

Lo odia.

Odia aquel hombre con cara de perro mojado observándola con la tristeza que no tiene. Siente su cabeza girar y girar sin sentido, pero no tiene problema en lanzarle lo primero que encuentra. En ese caso es un vaso de agua fría en su mesa de luz. Went se pone de pie al instante maldiciendo el momento y a ella le sorprende que no le grite. La chica al instante se pone de pie y trata de estar atenta a los movimientos de Went porque si iba a golpearle, ella va a golpearle con más fuerza.

—¿Qué haces, Molly? ¿Estás loca?

—No estoy loca. Te lo merecías —argumenta buscando otro elemento, pero no encuentra nada. Abre el armario que Rose le ha llenado de ropa que no le pertenece y comienza a lanzar prenda por prenda. Ignora el momento que una percha le da directamente en el pecho y casi lo deja sin aire. Went parece dispuesto a soportar todo eso y le molesta aún más—. ¡Te mereces todo! ¡Absolutamente todo lo que haces! ¡Te odio! ¡Eres un Iluminado con alma de Guardián! ¡Ustedes! ¡Son tan despiadados como ellos! ¡Van a matarme!

—¡Detente, Molly! ¡Escúchame! —trata de decirle entre gritos. La chica articula insultos, sin saber cómo las palabras salen de su boca y no para de lanzarle objetos en su contra. Went camina hacia ella sin poder esquivar la última percha que lastima su ceja y lo lleva al punto de sangrar, pero no se detiene, sino que toma sus manos e intenta detenerla—. Nos odias. Pero no nos entiendes. Nosotros... no sabemos qué hacer. Si lo decíamos no ibas a confiar en nosotros. Pensamos que... que sabes tu destino, Molly. No queremos verte morir.

—¡Mentira! ¡Tú querías matarme! ¡El día en la sala del reflector! ¡Lo vi en tus ojos! Deseabas matarme y terminar antes con esto. Querías salvar tu estúpida existencia y ni siquiera me lo habían dicho. ¡Tu...! Yo... —no termina de hablar cuando se rinde con los misiles y comienza a llorar sin más. No entiende qué le sucede, porque los sentimientos jugaban de ese modo con ella.

Nunca ha sentido algo así. Sabe que los Iluminados sienten el doble, que su ADN es diferente y es mayor la sensibilidad, pero no sabe lo mucho que puede afectarle. Ahora sí. Siente que está en las nubes y ahora cae en picada al suelo golpeándose. Los sentimientos humanos son terribles, angustian a cualquiera que tiene la desgracia de tenerlos. Comprende por qué los Guardianes les temen tanto, los sentimientos pueden destruirlo todo. Pueden ocasionar las peores desgracias. En aquel momento, la sangre cayendo por la ceja de Went es una. Ella lo ha lastimado ante su odio, ¿Por qué? ¿Qué ha sucedido con ella? No desea lastimar a nadie y en aquel momento había deseado matarlo. Quería que cada percha diera en su cabeza y lo dejara en el suelo inconsciente. Jamás ha sentido algo así y cuando le golpea la realidad, las lágrimas, comprende que no quiere vivirlo.

Farewell City [Farewell City #1]Where stories live. Discover now