Farewell City [Farewell City #1]

Filos.

Went apoya una rodilla en el suelo frente a su madre, como si fuera una especie de diosa y Molly opta por escupir el suelo blanco del laboratorio en el que están ahora. La mujer ni siquiera se percata de eso, sino que se inclina para besar la mejilla de su hijo.

—¿Y Sarah? ¿Dónde está ella? —le pregunta la mujer con su frialdad, pero Molly nota cómo las puertas del hall se abren y la mujer rubia entra en la escena. Molly siente las náuseas otra vez en su garganta y sabe que han fallado. Ha fallado una vez más.

—Ella está cumpliendo su misión.

Las puertas se abren una vez más y aparece un hombre trayendo, junto a dos guardias, a Owen. A su amigo Owen. ¿Cómo ha fallado la misión? ¿Cuándo fallaron y se entregaron de forma tan humillante a los Guardianes? El chico se encuentra con la cabeza gacha, pero puede observar cómo la sangre cae de su rostro. Grita su nombre varias veces, forcejeando entre el agarre de los dos Guardianes que la tienen de cada brazo.

—Han cumplido con su misión. Estoy orgullosa de ustedes —les dice con esa voz formal con la que esa mujer habla. Molly trata con todas sus fuerzas de alejarse de los Guardianes, pero incluso llega un tercer Guardián para calmarla.

Mueve el cuerpo de forma violenta tratando de escaparse por lo menos cinco segundos, lograría muchísimo con solo ese tiempo. Pero ellos son demasiado fuertes y ella solo es una chica engañada.

La madre de Went mira a Molly que entre gritos, gruñidos y forcejeos trata de escaparse. Alza las cejas mientras se acerca a ella caminando con sus tacones, que suenan en toda la sala. Molly escupe su rostro una vez más, pero no reacciona, solo saca un pañuelo de su bolsillo y se limpia con total tranquilidad.

—Debo admitir que me sorprende tu fuerza —comenta la mujer con su voz helada característica. No se rinde en ningún momento, no va a darle a la mujer la victoria, no va a morir en sus manos esqueléticas. Atrapa el rostro de Molly sujetándola por la barbilla, clavando sus uñas largas en su piel. La chica no llora sino que se mantiene tranquila luego de eso—. Pero has perdido la batalla, Molly Davies. Termina lo que empezaste, Wentworth.

—¿Went? ¿Esto sigue siendo parte del plan? —le pregunta esperanzada Molly a Went cuando salen de la sala en la que se encontraba su madre. Ninguno de los dos hablan mientras atraviesan el largo pasillo y Went la empuja con poca amabilidad. Definitivamente algo está mal en eso, pero él no desea hablarle y ha perdido la suficiente sangre como para no poder coordinar que dos más dos, naturalmente, son cuatro.

Siguen caminando por el pasillo blanco y limpio, aunque ahora Molly deja un rastro de sangre en el suelo que a cualquiera puede asustar. Went luce su usual mirada de soy mitad Guardián y quiero demostrarlo y no observa a Molly mientras la lleva. Trata de escaparle a su agarre pero él sostiene su brazo con fuerza, sin importarle que casi está en el suelo arrastrándose.