Farewell City [Farewell City #1]

Epilogo

—Alguien me ha dicho que te has tratado de comunicar con la chica, ¿no es así, Wentworth?

Sarah mira a Went sentado en su cama, con la mirada perdida en ningún lugar en especial. En sus pies se encuentran todo tipo de cuadernos que ha usado desde que ha abandonado el cuartel. Papeles por doquier y todos con el nombre de una sola persona: Molly. Grita su nombre por las noches, escribe en las paredes y trata de quitarse la piel que tanto daño le hace. Él adora a esa mujer, la quiere. ¿Por qué le ha hecho daño? ¿Cómo se ha atrevido a hacerle ese daño? Sus uñas bañadas en sangre tratan de quitarse la piel del cuello, en donde se encuentra aquella inyección nueva que Sarah le ha dado.

—No trates de fingir, Went. He visto las grabaciones que le has tratado de enviar y no van a salir de aquí, se quedarán contigo.

La rubia toma el rostro del chico y le enseña las grabaciones que tiene de él, antes de salir del cuartel. Went ha tenido fe en recuperarlas, pero en cambio solo se ha encontrado con Sarah haciéndolo por él. Las grabaciones las ha hecho cuando estaba con Sarah en Farewell, cuando ella dormía o en situaciones en las que puede escapar de su contacto.

—Ha sido ella, ha sido ella —dice una y otra vez, con los ojos desorbitados llenos de locura en su mirar. Went traga lentamente sintiendo la angustia que le produce aquello—. Ella me hizo algo, me tocó, me hechizó... ella me ha hecho algo, Molly, tienes que ayudarme. Ella... ella me inyecta con algo que no sé qué es... y pierdo el sentido...

Son mensajes para Molly, tratando de explicar qué está haciendo esa maldita mujer.

—Aquí, ella me inyecta algo aquí y pierdo el sentido. A veces entiendo lo que pasa, pero a veces me pierdo. Me mantiene sedado, me susurra cosas por las noches. Tienes que ver este video, Molly, y tienes que ayudarme. Ella no me deja acercarme a ti, me habla y me convence, pero yo no quiero hacerle caso. Me está matando... matando de una forma que no comprendo. Ayúdame.

Todo está perdido para Went, ya comienza a sentir lo que la inyección le produce. Comienza a odiar su imagen, su rostro y sus sentimientos. Observa a Sarah y le sonríe con maldad mientras le muestra un último video que ha guardado para él.

—Ya es tarde para mí ahora. No controlo mis movimientos, no controlo mis ideas ni mucho menos mis ideales. No soy yo ahora... no soy Went. Soy su soldado. Logro despertarme en las noches y grabar esto. Mañana trataremos de ir a buscar a la hermana de Owen y yo sé cómo terminará esto... lo sé. Si solo pudiera impedir que ella me inyecte eso en el cuello y... lograr avisarte, Molly. Lo siento. Sé que haré cosas que no te gustarán y que no podré detenerme. Llegará un momento en que no podré parar y también será mi culpa. Yo trataré de matarte con mis propias manos y culparé a una mujer que me inyecta un virus— suspira luego de hablar tanto y Went se odia en ese momento.

Odia a Molly Davies y quiere matarla, de una buena vez.