Farewell City [Farewell City #1]

Gabriel II

El silencio vuelve a reinar cuando Gabriel abandona la enfermería seguido de un portazo, pero ninguna de las dos mujeres comenta nada sobre aquello. En ese momento, Molly considera a Lisa mucho más madura que Gabriel, quien debe tener una edad considerable. Automáticamente, cuando el líder se marcha, Zeus vuelve a entrar a la enfermería sin explicación alguna, sentándose de nuevo junto a su hermana. Sus ojos se encuentran, aunque al instante él la ignora sin explicación alguna.

—Siento haberlo echado, no me gustan las discusiones en mi enfermería, Molly —se disculpa en susurros mientras lleva un simple chequeo en ella, como de costumbre. Tal vez es un tic nervioso que tiene al ser una doctora casi profesional—. Gabriel... es una buena persona, ha salvado a casi todos los presentes.

—¿A ti te salvó? —interrumpe Molly esperanzada.

—Yo... yo le disparé —ríe Lisa al instante, haciendo que Molly la imite. No se imagina a la doctora disparando, de ninguna manera—. Yo llegué junto a Owen y me encontré con Gabriel en la oscuridad. Tenía el arma de Owen y disparé. Fue horrible, decidí nunca más tocar un arma en mi vida y demostré mis habilidades como doctora. Pero lo importante es tu salud ahora mismo, ¿qué tal te sientes?

—Bastante bien, me sorprende —responde con una sonrisa alegre. Es extraño, pero no siente que esté en lo correcto. Lisa deja escapar de su rostro lleno de naturalidad una mueca de disgusto. Eso le preocupa al instante, no entiende qué está mal en encontrarse bien.

—Molly... te diré algo —dice mientras apaga la pequeña linterna que usaba para chequear los ojos de Molly. Observa el hueco en la cama, cerca de ella, como si le pidiera permiso antes de sentarse. Al hacerlo, esconde mechones rubios despeinados detrás de las orejas—. Sé que te han entrenado mucho y que has aprendido a controlar todo tipo de shocks. Pero por más que estés entrenada para todo... las pesadillas llegarán de noche. A veces el entrenamiento no sirve para nada si no lo pones en la práctica real. Quisiera que no te sucediera, pero no puedo malgastar morfina de este modo ni...

—Ni lo deseo —explica con un tono horrorizado, después de lo sucedido junto a los Guardianes no desea escuchar la palabra nunca más—. Lisa... ¿Puedo irme a mi habitación? No quiero estar aquí, no me siento enferma. Necesito abandonar este lugar de una buena vez.

—¿Puedes caminar? —le pregunta la rubia observándola con seriedad, cuestionando su salud una vez más. Al instante afirma de inmediato con un rápido asentimiento energético que hace reír a la doctora—. Eres terrible cuando lo deseas. Pero no veo el inconveniente, mientras mañana estés a primera hora en la enfermería para un chequeo... estás aprobada. Dada de alta.

Pisar descalza nuevamente el suelo del cuartel le devuelve la vida que necesitaba, Lisa no está muy segura de darle el permiso, aunque entiende el pedido de Molly. Es cierto que le cuesta caminar con naturalidad, varias veces pierde el equilibrio, pero puede retomar su caminar con esfuerzo.