Capítulo 1

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Señores pasajeros, favor de ajustar su cinturón de seguridad. En unos minutos comenzará el descenso en la ciudad de Londres.

Miro por la ventanilla mientras sigo las instrucciones emitidas por el extraño radio que hay en el avión.

El clima está nublado y no me sorprende en lo absoluto lo mucho que extrañé mi frío hogar. Creo que jamás me cansaré de la humedad constante y el poco sol, simplemente define todo lo que estoy sintiendo actualmente.

Mi cabeza y mi corazón son un lío total. Creo que es la mejor forma de explicarlo, porque no he tenido un pensamiento coherente desde mi conversación con Garrett.

Camile está de vuelta...

Cuatro palabras que desestabilizaron todo mi mundo y provocaron que se creen millones de escenarios en mi cabeza en donde jamás vuelvo a ver a Zac. Mi equilibrio emocional pende de un hilo ahora mismo y no sé cómo arreglarlo. El peso del arrepentimiento cubre mis hombros porque mi corazón no quería dejarlo, pero mi salud mental no me permitía seguir. Estoy bien ahora, lo sé y lo siento muy adentro por lo que quiero dar pelea para recuperar a quien me ayudó a llegar a esto... A quien me dio más que amor. Zac es la definición de seguridad, me dio todo lo que tanto necesitaba, pero no en el momento correcto y ahora estoy lista para devolverle eso y más.

La pequeña turbulencia me devuelve a la realidad y en menos de lo que soy capaz de procesar, me encuentro caminando por el pasillo que conecta la pista de aterrizaje con el aeropuerto. Apresuro mi paso cuando veo a mis padres y es imposible no sonreír cuando comienzan a saltar enloquecidos con un cartel en sus manos. No hay lugar para la vergüenza ahora mismo porque los eché muchísimo de menos y mi corazón está más feliz que nunca.

Mi madre es la primera en abrazarme con fuerza para que un segundo más tarde mi padre se una, concretando así, un extraño nudo de brazos entre los tres. Miro por encima de todo y veo a Garrett con una video cámara grabando todo el momento. Su sonrisa mejora mi humor considerablemente y aunque sé que tenemos mucho que contarnos, ahora sólo quiero abrazar a mi mejor amigo.

-¿No traes a un sexi africano guardado en tu maleta?

Me rio con ganas mientras niego con la cabeza y él se contagia de mi humor con facilidad. Me aparto de sus brazos y sacudo su rojizo cabello con mis manos.

-Lo pondré en la lista de deseos para el próximo viaje.

-Es una promesa. -Me guiña un ojo-. ¡Mira ese bronceado! Te envidio completamente. Señor Lowell, ¿cuándo serán mis vacaciones? África se ve más tentador que nunca.

Todos reímos nuevamente y mi padre me ayuda con mi maleta.

-Aún queda mucho para eso, Marshall. No seas ambicioso.
Garrett voltea los ojos al cielo con una sonrisa pintando su rostro. Me alegra que se lleve tan bien con papá, a veces es muy difícil coincidir en algo con tu jefe y en este caso ese algo soy yo.

-¿Cómo estuvo el vuelo, cariño? -pregunta mi madre mientras comenzamos a caminar hacia la salida del aeropuerto.

-Agotador, pero me alegra estar en casa.

-Y a nosotros nos alegra tenerte aquí -dice mi padre-. Te tengo una sorpresa, pero creo que por hoy te dejaré descansar -añade entusiasmado.

Comparto una mirada de complicidad con Garrett y asiento mientras subo al auto. Obviamente tendré que fingir toda la sorpresa por culpa del bocón de mi amigo, pero sé que mi padre hace todo en grande así que sorprendida voy a quedar de cualquier modo.

Siento que quiero dormir por todo un día, los viajes son muy agotadores, pero con Garrett aquí, lo único que deseo es que nos metamos en mi cuarto y me diga todo lo que sabe. La ansiedad comienza a carcomer mi cerebro y todo mi sistema. Esto es tan difícil, porque lamentablemente tendré que afrontar la verdad y tengo miedo. Las mentiras son más fáciles, pero uno no vive con la conciencia tranquila por lo que debemos afrontar la verdad y aceptar que es mejor el dolor del momento que la tortura de ser engañado por más tiempo.

ReaLove ©Where stories live. Discover now