Capítulo 4

275 38 12
                                    

Bajo la escalera de manera lenta y dudosa. Sé que Garrett me espera al final de la misma y también sé que mis padres están en los alrededores.

La próxima semana espero estar volviendo a mi propio departamento, amo a mi familia, pero ya tuve su dosis de amor y añoranza lo suficiente como para hacerme querer volver a mi propio espacio.

Estoy muy ansiosa por lo que va a desatar esta noche y un terror indescriptible está instalado en mis huesos, porque no sé qué haré si Zac no quiere ni verme, pero por lo que más quiera, ese hombre me va a escuchar.

El amor es tan complicado en estos tiempos, me gustaría haber nacido en la época de mis padres. No todo era sencillo, pero al menos se tenían el uno al otro y eso, para ellos, era más que suficiente.

¿Qué tan difícil puede ser amar a una persona? Creo que nunca me había hecho esa pregunta hasta ahora y la respuesta es más complicada que la pregunta en sí. Las dificultades siempre van a existir porque nadie viene perfectamente hecho para ser amado como queremos. No forzamos el amor, pero de alguna manera lo moldeamos para sentirnos de forma correcta con la otra persona.

No creo haber moldeado mis sentimientos con Zac aún, pienso que no tuvimos la oportunidad y que pena me da eso. Necesito demostrar lo capaz que soy de quererlo con todo y sus defectos, como sé que él me quiso con los míos.

No hay mayor acto de amor puro que aceptar a una persona que lucha contra sus propios demonios y ayudarlo en esa batalla para que ambos puedan encontrar su propio corazón.

Siempre estaré dispuesta a pelear esa batalla por Zac porque tengo muy claro que él lo hizo conmigo en su momento y por mucho que me haya tardado, ahora me doy cuenta de eso. Ahora noto todos esos pequeños detalles que no me había tomado el tiempo de apreciar y que ciega estuve. Espero y tiempo me sobre para recuperar todo eso.

—¡Diablos!

Le regalo una sonrisa a mi mejor amigo mientras éste me mira con la boca abierta. El vestido es muy lindo y bastante sexy me atrevería a decir; el escote es algo pronunciado para mi gusto y un enorme corte en la falda deja a la vista toda la extensión de mi pierna. Jamás lo habría elegido, pero Garrett tiene los gustos de Tara y debo admitir que se lució con esto.

—¿Qué tal?

Sacudo mi cabello suelto con coquetería y su sonrisa crece. El cabello al natural también fue su idea y el maquillaje sutil fue todo un logro que pude adquirir. Garrett es muy quisquilloso y quería verme con los ojos de mapache combinado con los labios color cereza. Agradezco haber ganado esa parte.

—Amiga, si no fuera gay sin duda te llevaría a mi cama.

Una carcajada poco disimulada sale de mí y mi amigo no hace más que reírse conmigo.

—Cuidado Marshall. —La voz de mi padre nos hace tragarnos nuestra risa.

—Lo siento, señor —dice Garrett completamente sonrojado.

—Papá, probablemente vaya a mi departamento, pero te tendré al tanto.

—De acuerdo, ten mucho cuidado, ¿sí? —Su tono de preocupación no me pasa desapercibido.

Sé que mi padre, al igual que mi madre, viven una paranoia constante pese a todo lo que pasó con Joseph. Me gustaría quitarles ese miedo y hacerles entender lo muy dispuesta a vivir que estoy. Quiero que sean como antes y que se preocupen por mí, pero de una forma más moderada y no tan psicótica. Quizá a ellos les lleve más tiempo sanar de lo que yo habría imaginado. Al menos sé que no estoy saliendo adelante sola, que ellos también pelean con sus propios miedos para poder progresar y pido siempre para que logren ganar.

ReaLove ©Where stories live. Discover now