Capítulo 22

220 26 28
                                    

—¿En qué demonios pensabas, Marshall?

No acostumbro a enojarme con Garrett, pero cuando sucede, es peor que cualquier enojo normal. Mi amigo está tan pálido que poco a poco me empiezo a sentir culpable por enfurecerme de esa manera. Respiro varias veces y le doy un sorbo al café. La cafetería está bastante llena por lo que mis arranques de furia pasan desapercibidos entre todas estas personas.

—Lo siento, se me escapó.

—¿Se te escapó? —inquiero con ironía—. ¿Cómo rayos se te escapa algo así?

—Perdón, de verdad no quería que te afectara así. —Su disculpa me conmueve, solo un poco.

—No puedes ir por ahí contándole mis líos amorosos a Jeremy y más sabiendo que es un bocón igual que tú.

—No pensé que Jeremy le fuera a contar a Trent...

—¿De verdad? —lo corto—. ¿De verdad creíste que tu novio Jeremy no le contaría mi vida amorosa a Trent, quien no tardó en decirme que le gusto?

Garrett me mira y me mira por varios segundos. Abre la boca y la cierra sin decir nada. Me hace resoplar un par de veces más y me concentro en mi café una vez más.

Es increíble que Jeremy le haya contado todo lo referente a Zac y la zorra de Camile, a su hermano. Malditos sean todos a mi alrededor, no me facilitan nada en lo absoluto y la idea de tomar ese viaje de fin de semana en familia se me hace bastante tentadora. Mis padres por fin van a renovar sus votos y se decidieron para hacerlo en Escocia. Tres días serán suficientes para alejarme de toda esta locura y decidí invitar a Zac para que trabajemos más en nuestra relación. Desde nuestro encuentro caliente, nos hemos unido más y siento que cada parte de mí está volviendo a su lugar.

—Jeremy no es mi novio.

La voz de mi amigo me trae al aquí y ahora, haciendo que aleje las caricias de Zac mi cabeza. Lo observo con mala cara y él sonríe apenado.

—¿Eso es lo único que dirás?

—Perdóname, Em, te prometo que jamás volveré a decirle algo a Jeremy con respecto a tu telenovela.

—A nadie —gruño y decido cambiar de tema—. ¿A qué te refieres con que tú y Jeremy no son novios? Te confesó que le gustabas.

—Sí y nos besamos, él me encanta y nunca me había sentido así. Es como si me conociera mejor que nadie y lo mismo piensa él.

—Pero...

—Pero no me lo ha pedido, sabes que soy muy tradicional y en las relaciones, yo soy la chica.

No puedo evitar reírme, me río con ganas y mi amigo me tira un palito de pan para que me calle.

—¿Me estás diciendo que no son novios solo porque no te lo ha propuesto? Garrett es el siglo veintiuno, si quieres el siguiente paso, pídeselo tú.

—Nunca he pedido o propuesto nada en mi vida, siempre fui muy casual y nunca tuve algo formal. No sé cómo hacer eso.

—Solo invítalo a cenar, dile lo que sientes y sé muy honesto. Estoy segura de que te va a corresponder y lo demás saldrá solo. Vendrán al viaje, ¿verdad?

—Sí, quizá pueda proponérselo ahí —dice con más calma y me mira—. Eres la mejor, preciosa.

—Lo sé. —Sonrío olvidándome de todo lo malo.

—Ahora quiero todos los sucios detalles de tu encuentro con Zac.

Su tono perverso se palpa en cada silaba de esa oración y el calor comienza a subir por mi cuello, hasta concentrarse en mis mejillas. Es oficial, soy un tomate. El objetivo principal de este desayuno era reclamarle a Garrett por ser una anciana chismosa con su "novio", pero sabía que su curiosidad iba a terminar girando los papeles. No soy buena con los detalles que tanto ansía escuchar y para ser honesta, me gusta guardar lo mejor de ese día para mí. Le cuento cómo sucedieron las cosas y el calor aumenta a mil grados en mi cuerpo. Lo hicimos tres veces durante la noche y en la ducha de la mañana, Zac estaba particularmente insaciable y si soy franca, yo estaba peor. Hace tan solo dos días que decidimos acabar con el famoso castigo que quise imponerle y no lo he visto mucho debido a que ha estado entrenando duro para su pelea de mañana. Solo espero que gane, porque no quiero llevarlo de malas al fin de semana familiar si pierde la maldita pelea. Está ansioso por mostrarme como acaba con sus oponentes y solo me queda sonreír y apoyarlo por más que odie el deporte. Zac es muy bueno en lo que hace y me llena de orgullo, haré lo necesario para que sienta que estoy a su lado en cada paso profesional que toma.

ReaLove ©Where stories live. Discover now