Capítulo 3

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Vanessa duerme en mis brazos y no puedo dejar de admirarla. Tiene sus pequeños labios entreabiertos y de una forma adorable, forman un pequeño corazón que emite ligeros suspiros. Es una beba preciosa y es imposible no quererla. Beso su frente y tarareo una suave canción que mi madre solía cantarme de pequeña. Cuando levanto la vista, veo a Lisa con su mirada llena de ternura clavada en nosotras.

—Te queda bien. —Sonríe.

Sé que ella como Ethan saben algo respecto a lo que me sucedió, pero no creo que esté enterada de mis pocas posibilidades de ser madre algún día.

—A ti también te quedaría bien —digo divertida.

No quiero llenar el ambiente de tristeza con mis problemas, así que lo mejor es desviarlos y enfocarlos en la cara de desagrado de Lisa.

—Mi chica no me quiere dar el lujo —Ethan interviene en nuestra conversación.

Dejo a la pequeña Vanessa en su silla especial y la cubro con su manta rosa.

—Cariño, somos jóvenes y aunque Bridget te haya dado el control del gimnasio mientras ella cumple con su horario maternal, no significa que nuestra situación sea la adecuada para tener familia. Sabes que mi empleo apesta —Lisa suspira con frustración.

Parece haber tenido esta conversación ciento de veces con Ethan.

—Supongo que no es algo que debamos hablar ahora —dice Ethan y me mira.

—¿Tú también quieres contar tu parte de la historia?

Ambos me miran con sorpresa, claramente no esperaban este tipo de iniciativa de mi parte, pero estoy harta de tantas vueltas y quiero saber a lo que me voy a enfrentar de una vez por todas.

—Zac… Él…

—Quiero que vayas al punto, Ethan. Yo veré como lo tomo después.

—Él está herido.

Mi corazón se acelera considerablemente. No era lo que esperaba escuchar y Garrett no me había dicho nada al respecto.

—Continúa —pido con un hilo de voz.

—Sé que ustedes se dieron un tiempo por todo lo que te pasó, Em, y aunque Zac en su momento creyó que eso sería lo mejor para ti, no lo tomó nada bien y él cambió.

—¿A qué te refieres?

—Él me dijo que le rompiste el corazón.

El mío se parte en millones de pedazos cuando escucho esas palabras y el temor con el que las expresó Ethan. Zac no lo entendió de la forma correcta y ahora me siento molesta, porque no quise lastimarlo, sólo quise que ambos tengamos el tiempo suficiente para sanar.

¿Es tan difícil de entender? No podía entregarme por completo a mi relación con él porque mi salud mental y emocional no me lo iban a permitir. Me detesté por semanas y lo eché muchísimo de menos, pero poco a poco me fui fortaleciendo y me convencí de que esto era lo correcto si queríamos tener algo estable en nuestro futuro. Tal parece que no todos pueden seguir tu visión de las cosas.

—¿No quiere saber nada de mí? —pregunto y ambos se quedan en silencio—. ¿Está saliendo con ella cierto?

—No, Em —dice Lisa—. Jamás se lo perdonaría —refunfuña con molestia.

—No quiero renunciar a él. —Las lágrimas pican en mis ojos—. Pero temo que él no quiera darme la oportunidad siquiera… Me siento tan molesta al respecto.

Las lágrimas ya no se contienen y les permito salir. Lisa se apresura a rodearme con sus brazos y escucho a Ethan resoplar.

—Ese hombre te ama, eso te lo aseguro.

ReaLove ©Where stories live. Discover now