Capítulo 27

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Zac

Em, bonita, tendrás que hacer mucho para compensar esto. Me siento como un completo idiota porque realmente no me di cuenta de lo mal que se encontraba Ethan y algo oscuro se esconde en el mal humor que lo rodea. Ethan y yo hemos sido amigos desde los ocho años, cuando mi padre me abandonó en la casa de mis tías, tuve que cambiar de colegio y nuestra gran amistad comenzó de la manera más normal, nos agarramos a porrazos en el recreo. Un buen calor me calienta el pecho porque desde entonces hemos sido inseparables. Recuerdo que lo golpeé porque me molestaba constantemente por ser el nuevo, ese día iba de mal humor porque tenía que ir al psicólogo infantil en la tarde y junto con sus burlas, mis cables se cruzaron, todo se volvió más tolerable a partir de esa tarde.

Pasar todo el día en detención, me salvó del psicólogo y me dio un amigo para toda la vida. Ethan siempre vivió solo con su madre, a diferencia de mí situación, su padre murió cuando él era pequeño, pero de cierta forma nunca sentí que fuese algo distinto, ya que, para mí, mi padre está muerto también. Pasamos horas hablando a pesar de las quejas de nuestro profesor y al salir de la escuela, Bridget no pudo molestarse porque me vio sonreír con un niño que le había presentado como mi amigo.

Nuestra historia es jodida, pero las mejores lo son y pase lo que pase sé que siempre nos apoyaremos, sin importar nada.

—¿Cerveza? —le pregunto una vez que emprendemos nuestro camino para buscar al resto de los chicos.

—Mejor un doble —responde casi en un gruñido.

Bien, definitivamente pasó algo malo. Ethan no bebe, es decir, una cerveza ocasional no le hace daño a nadie, pero querer algo más fuerte es para olvidar y no siempre es buena idea.

—Mejor dejémoslo en cerveza, Em ya dijo que no volverá a sacarme de la cárcel.

Una risa acompaña mi comentario y él copia mi gesto, pero su sonido es sarcástico y sin ganas.

—Estoy seguro de que Lisa dejaría que me pudra en una celda —dice entre dientes y antes de poder preguntar, aparece Aiden junto con Garrett, Jeremy y el idiota de su hermano.

—La cerveza de aquí es una maravilla, aunque Tara me dijo que si voy preso me dejará ahí.

Todos reímos, incluso Ethan y eso me calma un poco. Parece que las chicas se pusieron de acuerdo con sus amenazas y no las culpo al respecto.

En el auto, Aiden conduce con Trent como su copiloto y los demás vamos apretados como sardinas en lata en los asientos de atrás. Garrett y Jeremy se hacen confidencias como dos colegialas enamoradas, por lo que decido no interrumpir su momento y me concentro en sacarle más información a Ethan.

—¿Qué sucedió? —murmuro y él deja de mirar por la ventanilla.

—Es mejor hablarlo cuando tengamos más privacidad.

—En este momento estoy casi sobre tu regazo, ¿necesitas más privacidad?

Su sonrisa aparece y me relaja todos los músculos del cuerpo. Mi amigo siempre fue mi roca, creo que podría contar con los dedos de las manos las veces que tuve que apoyarlo en algo grave, mientras que él siempre estuvo en cada decisión de mi vida. No sé de qué manera debería considerar eso, pero trato de compensarle de alguna forma todo lo que él me ha dado, aunque sea muy malo en ese proceso.

—Cuando lleguemos al bar.

Asiento y lo dejo pasar. No debe faltar mucho para llegar al lugar en cuestión y espero que las chicas hayan conseguido hablar con Lisa también. Con ella, la cosa es diferente, somos unidos sí, pero ella llegó unos diez años después de conocer a Ethan y luego de salir varias veces en citas dobles junto con Camile, ellos se hicieron el uno para el otro y yo me convertí en el tercero. No los culpo por ser felices mientras que mi vida amorosa se iba al caño, compartimos mucho los cuatro juntos y cuando Camile decidió que yo no era suficiente, ellos fueron quienes me apoyaron. De alguna manera, los dos se hicieron uno para poder estar para mí y no veo un futuro sin ellos juntos.

ReaLove ©Where stories live. Discover now