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Capítulo 11

¡Hola! Sé que los tuve olvidados 🥺 es que estoy trabajando en FIGHTOVE para poder autopublicarlo en Amazon y me está tomando mucho tiempo 😓 perdonen que no les haya podido actualizar antes. Les agradezco desde ya por leer y espero que les guste este capítulo 👏 cosas interesantes se vienen❤ Los leo...x

¡Ay, Bruno! El pequeño hijo de Marie, la jefa de personal, no entiende la diferencia entre lo que se come y lo que no. Es la segunda vez que le explico que el frasco de brillantina no es comida, pero le importa un rábano lo que le digo y a su madre también. Debe ser el único niño que me causa verdaderos problemas porque los demás son bastante dóciles para su edad.

Para ser lunes, me siento bastante agotada y la falta de sueño no ayudó en lo absoluto. Hace mucho que no tenía pesadillas y eso me dejó bastante sorprendida, lo suficiente para no dormir las ocho horas necesarias para que mi cuerpo funcione con normalidad. Quedé en almorzar con Garrett, quien no podría estar más emocionado de venir a trabajar ya que hoy es el primer día de Trent y Jeremy. Mi amigo realmente quedó flechado por Jeremy, así que, espero que de verdad sea gay o de lo contrario tendré unas cuantas noches de chicas por delante.

—Señorita Lowell —dice la vocecita de Ángela.

—Dime, cielo.

Me agacho a su altura justo en el momento en el que señala la puerta, sigo el curso de su mirada y veo a Trent con una gran sonrisa.

—¿Él es su novio?

Ángela tiene solo cinco años, pero su nivel de comprensión y atención para ciertos asuntos, provoca que en más de una ocasión me quede con la boca abierta.

—No, cariño, solo es un compañero de trabajo. Ve a jugar con Becca y en un ratito voy con ustedes.

—¿Un ratito así? —pregunta haciendo una medida con sus dedos en señal de algo chico.

—Menos que eso —le prometo.

Satisfecha con mi respuesta, se da media vuelta y corre hacia Becca. Volteo de nuevo y veo a mi visitante inesperado a tan solo dos metros cerca de mí.

—Hola, Em —saluda con entusiasmo—. Tienes talento con los pequeños.

—Gracias. —No puedo evitar sonreír—. ¿Aiden me necesita para algo?

—No, yo vine por mí. En realidad, voy a estar en la ciudad por unos meses y quería saber si tú puedes ser mi guía —dice con demasiada rapidez—. Si puedes, claro y como amigos, no me malinterpretes.

El pobre parece que se va a ahogar en sus propios nervios y decido sacarlo de su miseria.

—No estoy saliendo con nadie, Trent.

El color parece volver a su rostro cuando pronuncio esas palabras y se me hace adorable provocar esas sensaciones en él.

—Garrett me dijo…

—Lo sé, es complicado en realidad, pero estoy intentando superar una relación y Garrett no quería que me involucre con nadie más hasta no estar completamente segura de que ya lo superé.

—¿Y lo hiciste? —cuestiona esperanzado.

—Bueno…

Un carraspeo me hace voltearme y veo a la pequeña Ángela tirando de mi blusa para llamar mi atención.

—Señorita Lowell.

—Casi termino, cariño.

—¿Él es su novio?

Cuando estoy a punto de repetirle que Trent no es mi novio, sigo nuevamente su mirada y comienzo a hiperventilar cuando veo a Zac parado justo en la puerta. Está para comérselo y me odio a mi misma por admitir eso sin ningún tipo de escrúpulo. Su mirada castaña me atraviesa y me hace estremecer. Jamás creí que lo vería en la puerta de mi trabajo y menos aún, estando con otro chico.