Capítulo 26

145 26 11
                                    


No puedo apreciar mucho nuestra habitación para ser honesta, mis cinco sentidos están consumidos por los labios de Zac sobre los míos y sus insistentes manos que intentan sacar mi blusa sin mucho éxito. Una risita me ataca y él gruñe medio resignado mientras su boca baja por mi cuello hasta encontrar el punto sensible que casi me hace flaquear.

—Zac, debo hablar con Lisa...

Sus manos van directo a mis muslos y me levanta con facilidad para estampar mi cuerpo contra la pared con el mayor cuidado posible. Cuando siento sus besos ir a la base de mis pechos, no puedo evitar arquear mi espalda para darle todo el acceso posible a esa sensible zona.

—Zac, tienes que... —Cierro los ojos con fuerza y muerdo mi labio inferior buscando mi propio autocontrol—. Bájame —exijo. En cuánto esa palabra es liberada de mis labios, algo se activa en él y se aparta justo lo que necesito. Amo demasiado que entienda cuando no es el momento, pero sé que, en el fondo, teme que yo sienta miedo o inseguridad durante nuestros momentos de intimidad.

—¿Te lastimé? —indaga, con el ceño fruncido y la respiración agitada. Su cabello, previamente despeinado por mis manos, lo hace lucir salvaje y un nuevo nivel de deseo es desbloqueado en mi cuerpo.

—No, cariño, te aseguro que lo deseo tanto como tú, pero sería muy mala amiga si me quedo teniendo sexo contigo, sabiendo que Lisa no está bien.

­—¿Quién dice que no está bien?

Pero es que los hombres nunca se dan cuenta de nada, hasta Ethan tenía la cara contorsionada de disgusto y su mejor amigo no lo notó.

—Escucha, quiero que invites a los chicos a tomar una cerveza, Aiden conoce la ciudad y sabe a dónde ir. Tara y yo, nos quedaremos con Lisa e intentaremos averiguar qué pasa. Te pido que hagas lo mismo.

—Bonita, hace un frío que pela, prefiero quedarme entre las sábanas y si es contigo, aún mejor... —Se vuelve a acercar, pero me aparto con rapidez de sus tentadores brazos.

—Has esto por mí, pero también hazlo por tus amigos y en la noche te lo compensaré. Lo prometo.

Para rematar mi chantaje, paso mis brazos sobre sus hombros y lleno de besos su cuello. Sé cuánto ama que le dedique mi atención a esa parte en particular. Zac suspira y por fin asiente.

—Te enviaré un mensaje cuando salgamos de la casa —dice y toma su chaqueta.

—Gracias y no creo que sea necesario que te diga lo que pasará si vuelven a llamarme de una estación de policía, ¿verdad?

—Mantendré mis manos guardadas, amor... —Lo miro mal y él sonríe—. También tu hermano.

—Con cuidado.

Un beso de despedida más tarde y lo veo salir por la puerta con pocas ganas de tener un momento de hombre. Me preocupa un poco la situación de Lethan y ahora mismo solo quiero saber que nada malo les está pasando, que son solo ideas mías, aunque mis corazonadas fallan muy poco y ese pesar es insoportable. Mi teléfono vibra y no puedo evitar voltear los ojos con dramatismo cuando leo el mensaje.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
ReaLove ©Where stories live. Discover now