Capítulo 23 | Despedida

626 69 0
                                    

Cuando vamos saliendo de la casa en dos coches sentí algo extraño en mi pecho, era algo que no podía explicar pero qué estaba presente. No le puse mente y solo me dediqué a mi madre. Cuando el coche iba a arrancar otro coche se nos puso en frente. Mamá se detuvo en seco.

—¿Y ahora a este qué le pasa? —inquiere haciendo sonar su claxon muchas veces.

El otro coche de vidrios oscuros no hacía nada, solo estaba allí sin moverse. A pesar de que mamá seguía sonando el claxon la ignoraban.

—Me bajaré a ver qué es lo que quieren —le dije, bajándome del coche.

—Ten cuidado, no sabemos qué clase de gente es —me dice mi madre.

Cuando me acercaba al coche la puerta del copiloto se abrió así que me detuve en seco.

—¿Por qué no nos das chance de salir? —cuestioné cruzándome de brazos.

Cuando la chica salió y cerró la puerta me quede estática.

—¡Anne! —exclamé, yendo a abrazarla.

—Carolina, tanto tiempo —me respondió ella con el mismo tono de entusiasmo.

Cuando nos separamos la escaneo de arriba a abajo. Estaba tan renovada y se veía más feliz y más... ella misma. Más segura.

—Te ves increíble —halago— ¿viniste con Thomas?

—Así es —me responde.

En eso Thomas sale del asiento conductor y se dirige a nosotras.

—Carolina Lane —me da un pequeño abrazo— no nos perderíamos la boda de tu madre por nada del mundo, por cierto ¿en donde esta?

—Thomas White —mamá se acerca al chico y le da un enorme abrazo que creo que más bien lo estaba asfixiando— cuánto tiempo. Si no es por algo en especial no nos visitan —les reprocha.

—Mamá, suéltalo que no puede respirar —la molesto. Mamá lo suelta y ahora se dirige a Anne.

Annie, mi pequeña Annie —la abraza con tanta ternura— Sobra decir que siento que eres como mi otra hija que me viene a visitar—mamá ya se está poniendo sentimental.

—Yo también la extrañaba, señora Lane. Era difícil venir porque tenía tanto trabajo en la universidad pero ahora qué estoy libre nos van a ver más seguido por aquí —le dice ella.

—Así que... Gadreel, ¿he? —Thomas se pone a la par mía y se cruza de brazos.

Dejé que mamá y Anne hablaran para concentrarme en él.

—Así es —lo miro— ¿tienes algo en contra de él?

—Para nada, es solo que he escuchado ciertos rumores y quería saber si estabas enterada —comenta.

Fruncí el ceño.

—Si esos rumores son sobre ángeles caídos sí, ya estoy enterada. Recién me enteré.

Apenas ayer.

—Así que ya estás enterada. Y aún así sigues con él—parecía pregunta pero sonó más a afirmación.

—Bueno, en realidad estamos en eso.

—¿Qué pasó con Kayler?

—Hace rato supe algo que... cambia mucho las cosas.

—Carolina, si sigues poniendo impedimentos para estar con él mejor déjense libre y ya. Pero no se sigan haciendo daño. Conozco a Kayler y sé que no estaría con nadie más que no sea contigo... eso significaría condenarlo a una vida sin ti, a una vida solo. Pero sé que lo superará. Sin embargo tú sí estarías con alguien más, como Gadreel por ejemplo.

Alejándome del lobo ✔️Where stories live. Discover now