Capítulo 4 | Mirada oscura.

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—Creo que tu novio está algo celoso —me dice Gadreel con algo de gracia. Descubrí que le gusta molestarme con Kayler.

El auto de Kayler venía detrás de nosotros y estaba muy segura de que nos podía ver.

—El no es mi novio —espeté. Dolía decir esa frase pero me tragué ese dolor, quedándose en mi garganta y formando un nudo.

—Tu ex, da lo mismo, he visto que te ha seguido todo el rato.

—¿Qué?

—Da igual, Carolina, déjalo ser —ahora su humor había cambiado. Creo que tenia frente a mi a otro bipolar igual que Kayler. Pero tengo que dejar de compararlos.

Me sobé la sien e intenté dejar de pensar en él aunque era casi imposible.

—No entiendo tus cambios de humor —fruncí el ceño y miré por la ventanilla. El bosque era inmenso.

—¿Qué tiene mi humor? —inquiere con un tono de voz un poco más bajo.

—Que estás de un humor y luego, a los segundos, estás de otro. Justo como ahorita.

Rió.

—Solo te dije que tienes que superar a tu ex —aceleró un poco, pero Kayler aún seguía atrás. Me sentía nerviosa. Muy ansiosa. Así que tenia que calmarme porque no era bueno para mi salud estar con ansiedad. Empecé a hacer respiraciones profundas a escondidas de Gadreel para no tener que dar explicaciones.

—¿Y a ti que más te da si lo supero o no? —lo miré.

Me dio una mirada rápida.

—No me importa en lo absoluto, créeme. Solo ten un poco de dignidad —escupe.

Abrí la boca del asombro porque era la segunda vez que lo veía en mi vida y ya me dio un beso y ahora me habla como si tuviera el derecho. Es el colmo. Puede que esté todo lo sexy que quiera pero este chico se toma atribuciones que no le corresponden.

—¿Disculpa? Es mi problema si tengo dignidad o no, es mi problema si aún sigo queriéndolo o no, ¿que vas a saber tu? Si ni siquiera me conoces o sabes algo de la historia.

Frenó en seco, así de repente, haciendo que Kayler también diera un frenazo. De suerte que tenia el cinturón puesto porque si no...

—¿Que demonios te...? —dejé la pregunta en el aire ya que algo más me llamó la atención. Por el espejo retrovisor miré cómo un Kayler enfurecido salió del auto dando un portazo y viniendo hacia la puerta de Gadreel. Gadreel al notarlo salió del auto también y los dos quedaron frente a frente mirándose con mucho enojo.

Kayler se miraba muy furioso, sus ojos estaban negros, muy negros. Y me sentí con miedo porque algo pasaba y no quería ser yo la que saliera para impedirlo porque no quería ver a Kayler y ni siquiera estar cerca de él. Pero alguien tenia que salir a evitar un pleito y no había nadie más que yo.

—¿Qué demonios te pasa? ¿Acaso no sabes manejar? —le espetó Kayler.

Desabroché mi cinturón.

—Manejo como se me da la gana y si no hubieras venido tan cerca de seguro lo habrías visto venir. ¿Que no ves que Carolina no te quiere cerca? Deja de acosarla ya —se burla.

Abrí la puerta y rodeé el coche.

—Gadreel, ya basta —logré decir en un hilo de voz. La mirada de Kayler pasó a mi, sentí tantas cosas cuando nuestros ojos se encontraron, tantos recuerdos vinieron a mi, tantos sentimientos que no pude mantenerla y aparté la cara.

Mi corazón late a mil por hora.

—Tranquila, Carolina, Kayler es inteligente y sabrá lo que le conviene.

Alejándome del lobo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora