Capítulo 31 | El adiós definitivo

1K 84 12
                                    

Di dos pasos hacia atrás mientras me llevaba una mano a mi pecho. Dolía. Sentía que esto no era real, sentía que estaba teniendo una pesadilla. Sentía que todo daba vueltas, empecé a ver puntitos negros.

—Carolina —me dice Kayler intentando acercarse, pero me aparto de inmediato.

—No me toques —se lo dije en un tono fuerte, mirándolo a los ojos. Sentía que había roto mi corazón como nunca nadie lo había hecho jamás. —Tienes una hija... con ella —dolía. Dolía decir estas cosas porque ahora Kayler no era alguien libre y siempre estaría ligado a Piper de por vida. Yo nunca... no puedo.

—Carolina, déjame explicarte por favor —me dice— ¡Todos lárguense, bajen de inmediato! Necesito estar solo con ella —exclama. Su voz suena muy dolida, suena desesperada. Los demás chicos hacen caso y todos se empiezan a ir. —Tu también lárgate—le gritaba a Piper.

—No me hables así que Kylie está presente —le responde Piper.

Kayler suspira y habla más calmado:

—Vete.

—Te espero abajo.

Piper se va con Kylie. No pude evitar mirar a la hija del que creí que era el amor de mi vida: tienen cierto parecido. Las lágrimas solitarias empezaron a salir de mis ojos pero me las limpié antes de que él pudiera ver que me hirió, que me rompió, que me destrozó.

¿Esto es real?

—Carolina —ahora se dirige a mí— No sé cómo pasó.

—Sabes muy bien cómo pasó. Tuviste sexo con ella —mis palabras dolieron lo admito pero nadie se detiene a pensar en cómo me siento. Estoy harta de ser siempre la que sale perdiendo. Ahora con una hija todo cambia. Todo. El solo hecho de imaginarlo con ella teniendo relaciones me pone mal. No quiero pensar ¡no quiero!

—Yo no... —tira de sus cabellos, ahora está llorando— ¡No fue queriendo! Yo... tenía problemas contigo y... ¡perdóname!

—Yo jamás me acosté con Gadreel ni con nadie más todo este tiempo —admití sin emociones ya.

—¡No me tortures más por favor!

—Tienes una hija. Wow —suspiré— Es extraño decirlo así... —lo miro— ¿Estás consciente de que esto cambia las cosas verdad?

—Yo no siento nada por ella, a la única que amo es a ti y no tiene por qué cambiar nada.

—Cambia todo. ¿Pensabas decírmelo algún día?

—Sí, es solo que no sabía cómo hacerlo, no sabía si querrías seguir conmigo después de saber esto.

—Es obvio que no. Yo sé que esa niña no tiene la culpa de nada pero... ahora vas a estar ligado de por vida a Piper, vas a festejar cumpleaños con ella, van a... convivir juntos siempre. Y yo no creo que pueda la verdad. Pienso muchas cosas y los pensamientos negativos siempre me van a estar torturando. Porque cuando vayas a su casa siempre voy a estar preguntándome qué harás o si serás leal. Y la verdad perdiste toda la confianza que yo tenía en ti. Ya no te creo. No puedo evitar pensar en que tuviste relaciones con ella... ni siquiera sé si pasó cuando estabas conmigo o... poquito tiempo de que me fuera. Esto es algo que no puedo perdonar y no quiero para mi vida. No quiero vivir una vida así. Quería estar con alguien que estuviera solo conmigo. Quiero estar con alguien que sea sincero y que quiera tener hijos conmigo. Quiero ser la primera en algo con alguien porque siempre soy la segunda o tercera. Y contigo ahora me siento que no soy parte de tu vida. Siento que no te conozco. Siento que tú ya tienes tu familia. Siento que soy yo la que estorba ahora.

—Carolina, no seas cruel conmigo. —se acerca, me alejo— simplemente que las cosas sucedieron y no puedo hacer nada. Si me amas por favor no me dejes.

—Si tú me amaras no me lastimarías de esa forma. Está de más decir que todo se terminó, ¿verdad? Tú tienes algo para toda la vida y no quiero vivir el resto de mi vida con este estrés. Me lastimaste, Kayler. Me heriste.

Kayler iba a decir algo pero sollozó y lloró.

—El tiempo que estuve contigo jamás te fallé —logra decir.

—Ya no te creo, Kayler, te lo dije.

—Soy un imbecil y por eso me pasan estas cosas. Estoy destinado al fracaso, a veces prefería estar muerto.

—Ahora tienes que luchar por tu hija, y ya no estarás solo porque la tendrás a ella.

—Carolina, no... yo quiero estar contigo.

Tenía planes para él y yo. Quería casarme con él, quería formar una familia con él. Pero ahora él tiene su primera hija. A mi me hubiera gustado darle ese regalo, el de su primera hija conmigo. Pero ni siquiera eso pude hacer. Estoy destinada a siempre ser la quinta opción de alguien. Nunca fui la primera en nada con él: ni su primer beso, ni su primera vez, ni su primer hijo... nada. No me siento con valor.

—Si me amas podemos superar esto juntos —me pide— solo necesito que te quedes conmigo.

Cerré los ojos por un momento y lo pensé. Lo amaba como nunca jamás amé a nadie y quería estar con él, pero solo me engañaría, solo fingiría ser feliz cuando no lo soy. Porque ahora cuando me haga el amor no evitaré pensar en las veces que él lo hacía con ella. Porque ahora no puedo evitar pensar en que quizás todas las cosas que me decía en algún momento se las dijo a ella. Y él tenía la ventaja de que en mi vida no habían amores intensos ni profundo y que yo era virgen. Él fue mi primera vez. Me entregué a él y fui muy comprensiva, pero el no me pagó con lo mismo. Simplemente dejó que los años pasaran. Y quien sabe cuánto tiempo más hubiera pasado y él lo seguiría escondiendo.

No quiero a alguien así en mi vida.

—Por más que lo pienso no puedo —confieso— No puedo estar contigo porque no sería feliz. No puedo... en serio que intento asimilarlo porque dices que cuando pasó no estábamos juntos pero... son tantas cosas las que pienso que... me estoy torturando demasiado y tengo mucho dolor en mi pecho. Siento que mi corazón ahora sí se rompió en miles de pedacitos. Siento que no te conozco y no puedo estar con alguien que no conozco. Si me quedo me estaría engañado y también a ti. No estaría feliz con la situación. Yo lo único que quiero es por fin estar con alguien y que ese alguien solo tenga cosas conmigo. Quiero ser la primera en cosas con alguien. Y sé que ese alguien estará por allí, esperándome.

—No digas esas cosas, Carolina, me torturas.

—Te digo la verdad.

—No seas cruel conmigo.

—Adiós, Kayler, no puedo seguir así. Ya vi y supe lo que tenía que ver y saber. —caminé un poco, pero cuando iba a unos pasos adelante él me tomó del brazo y me hizo verlo.

—¿Así sin más? ¿Y todo se acaba? ¿No valió nada todo lo que pasamos juntos? ¿Eso no importó?

¡Para él no valió!

—Es pasado. Estoy segura de que harás una buena familia con Piper. Te deseo lo mejor, Kayler, de corazón —me solté.

—Carolina, no.

—Esta vez no me busques por favor. Si me amas, déjame ir —supliqué.

Ya no quería sufrir. Solo quería estar en paz y ser feliz de una buena vez por todas. A pesar de que estaba rota por dentro y que él se había encargado de paralizar mis emociones pensaba en que era lo mejor de una vez: separarnos. No llegaríamos a nada. E independientemente de si volvíamos la relación no sería la misma y sería cuestión de tiempo que volviéramos a terminar y no quería estar en ese círculo vicioso. Porque era simple y sencillo: no confiaba en él y hiciera lo que hiciera o fuera donde fuera pensaría cosas.

Quizás soy injusta, pero estoy eligiendo mi paz mental.

—Te amo. Te amo demasiado. Y sé que me equivoqué. Si algún día no llego a estar en esta vida recuérdame bien. Recuerda que existió Kayler Brown y que a pesar de todas las estupideces que cometía había una chica que se llamaba Carolina Lane y que la amó con cada parte de su ser. A la única

Lo miré una última vez no queriendo quebrarme, grabándome su cara y sus ojos para no olvidarlos.

—Adiós, Kayler —di la vuelta y empecé a alejarme de él y esta vez para siempre.

Alejándome del lobo ✔️Where stories live. Discover now