-¿Embarazada? No perdieron el tiempo... - dijo Marina.
- Estoy segura de que fue parte de la vida que le había organizado su madre desde el principio - dijo Amelia, con su tono amargo.
Miro a Ana, esperando oír alguna crítica.
- Supongo que Luisita nunca ha tenido que trabajar - dijo la psicóloga - Qué desperdicio.
Amelia asintió.
- Las Gómez no trabajan.
Se aclaró la garganta levantándose el sitio.
· Debería irme. Es tarde.
- Oh, no. No te vayas aún - protestó Marina - No puedes irte sin acabar la historia.
- No queda mucho más por contar. Sólo la he visto un par de veces desde entonces.
- ¿Qué tal más café? Es descafeinado - dijo Marina moviendo las cejas.
Amelia asintió riendo.
- Vale - alargó las vocales - Uno más.
- ¿Cómo te las arreglaste para evitarla todos estos años? - preguntó la gallega - Quiero decir, cada vez que ibas a Zaragoza.
- Pasaron cinco años antes de que mi madre cayera enferma. Antes, cuando iba de visita no decía nada. Sólo aparecía por allí y ya. Pasaba una noche con ella y me iba a la mañana siguiente. Nunca vi a Luisita - dijo- Cuando le diagnosticaron el cáncer, Nacho ya se había retirado de las fuerzas armadas y abrimos nuestra primera tienda unos seis meses antes. Nos íbamos turnando entonces para estar con ella, llevarla al médico y esas cosas.
Marina le dió la taza.
- ¿Y no hablaste con Luisita en todo ese tiempo?
- No. Pude sacarla de mi mente. Salía. Tenía amigos. Era cuando volvía allí que volvía a adquirir protagonismo en mi mente.
- ¿Pero volviste a verla?
- Sí. Tenía veintiocho años.
***************************************
Flashback
-¿Estás cómoda? - preguntó Amelia mientras ahuecaba las almohadas debajo de las piernas de su madre.
- Deja de ser tan dramática - dijo su madre - Estoy bien.
Amelia se sentó en la silla junto a la cama de su madre, con la preocupación tatuada en su rostro. Intentó ocultarlo, pero su madre le sonrió tranquilizadoramente.
- No me voy a morir todavía, hija. Deja de estar tan asustada.
- Nunca antes habías estado enferma - dijo.
- El cáncer da miedo, ¿eh? Pero los médicos parecen pensar que podremos manejarlo. Tengo fe en ellos.
Amelia dejó escapar un suspiro.
- ¿Has vuelto a pensar en ello?
- ¿En retirarme? Sí.
- ¿Y?
- Y Nacho y tu tenéis razón. Es el momento. Pero, ¿a dónde iría? Tenías diez años cuando nos mudamos aquí. Sé que no es mucho, pero ha sido nuestra casa estos últimos dieciocho años.
- Lo sé, mamá. Te encontraremos una casa. Algo que tenga buena luz, que esté ventilado, con algún patio pequeño - miro a su alrededor - Siempre me sentí como en un calabozo aquí metida.
BINABASA MO ANG
Siempre fuiste tú
FanfictionLuisa Gómez, hija de unos padres adinerados demasiado obsesionados con el que dirán, conoce a los nueve años a Amelia Ledesma, hija de la encargada del servicio doméstico. Pese a su gran y rápida amistad, ambas siempre han sabido cual era su papel e...