Un dulce peligro

Capitulo LI

Muchas veces creo detestar mi vida, puesto que siento que la vida ha sido demasiado injusta conmigo. Perdí a mi papá, por años creí que su muerte no había sido más que la decisión del destino, que él no había sufrido, y que no merecía morir tan joven por lo buen hombre que era.

Todo eso fue una puta mentira.

Lo mataron, lo torturaron y sufrió en manos de la mafia rusa, cosa que ya todos sabemos. Y no, no puedo decir que su muerte fue una injusticia de la vida porque todos creamos nuestro destino, y así como yo sé que en un futuro no tan lejano podría terminar igual que él, él lo sabía.

Y aun sabiendo esto, estoy dispuesta a arriesgar mi vida para proteger y vengar a los míos.

Sin embargo, no creo que la vida al final sea tan mala conmigo, quería vengar la muerte de mi abuelo, y lo logre.

Logre revivir esa escena, pero siendo yo quien tiene el mando en dicha situación.

La pregunta es: ¿Qué sigue?

Ya no existe razón para desgastarme diariamente con una venganza la cual cumplí, ya no existe esa obsesión que vivía en mi con respecto a la familia Smirnova.

Podría vengar a mi padre, pero ahora tengo un problema peor sobre mi.

Reté a la líder de la mafia rusa, mate a un nuevo Smirnova, ¿Y eso qué significa? Que los Smirnova no se quedarán de brazos cruzados ante lo que hice.

Vendrán por mí.

Porque su nuevo objetivo ahora soy yo.

No puedo decir que no les temo, mi abuela se ha encargado de demostrarme lo que son capaces de hacer, y cierto temor ha crecido en mi.

Se que esta nueva etapa en mi vida no se tratará sobre tener que vengar a alguien, algo me dice que esta vez mi objetivo será salvarme a mí.

Sobrevivir.

Y me da miedo no lograrlo, me da miedo tener a toda esa mafia en mi contra dispuestos a hacerme lo que sea y yo no ser capaz de librarme.

Porque como dicen por ahí, no existe enemigo pequeño.

Se que mis hermanos no piensan en eso, se que tengo que disimular este miedo con Asher, con mi abuela, con mi familia, porque solo los abrumare de más.

Pero tengo un muy mal presentimiento con respecto a mi futuro y aunque me aterre admitirlo, sé que tarde o temprano volveré a estar cara a cara frente a Edurne, pero esta vez, no tendré un final feliz.

Algo dentro de mi lo sabe.

Y solo espero que cuando ese día llegue, sea solo yo quien sufra, porque puedo soportarlo, pero si mis hermanos también llegan a estar implicados..

No podría.

Tengo que ser solo yo.

Eso no quiere decir que es aquí donde me rindo, que no seguiré luchando y que mejor los llamaré para que vengan de una buena vez por mi porque me abruma el ser perseguida por ellos.

Luchare, correré e intentare sobrevivir sin rendirme hasta que mi cuerpo aguante.

Pero el día que mi motivación se desvanezca, que mi cuerpo no soporte más carga y que mi mirada deje de tener luz, me prometo ser yo quien se quite la vida antes que darles ese privilegio a esos infelices.

Y mis promesas, suelo cumplirlas.

Porque no seré mi padre, no pienso decepcionarlo sufriendo como él, sin poder hacer nada al respecto.