☣CAPÍTULO 1☣

161 11 1
                                    

❖

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


         Todo está mal. Tengo demasiada hambre y no he dormido bien en días. No sé cuánto tiempo ha pasado desde que me quedé sola, pero sé que ha sido lo suficiente para perder la esperanza.

         He estado vagando sin rumbo por demasiados días, hasta hoy. Cuando ha caído la noche me he refugiado en un viejo edificio abandonado. Creo que antes era un centro comercial. Es demasiado oscuro y no puedo ver nada, pero es suficiente para mí. Después de todo, no necesito ver nada para ejecutar mi plan.

         Mientras consigo sentarme en el rincón más alejado que encuentro de la salida, procuro convencerme de que esto es lo único que puedo hacer ante mi situación. Después de todo, lo he intentado, lo juro. He pasado demasiado tiempo intentándolo, vagando en soledad, soportando el frío, el cansancio y el sueño, luchando contra la locura que parecía perseguirme por cada calle desolada... y enfrentándome al miedo.

         Ya no puedo soportarlo más. Estoy llorando dolorosamente, pero sé que esto es lo mejor. Ya no hay marcha atrás.

         —Ésta es la única salida —me repito con ímpetu mientras coloco la escopeta que he estado cargando conmigo entre mis rodillas y lentamente poso el cañón dentro de mi boca.

         Estoy rezando todo lo que conozco, y lo curioso es que toda mi vida fui poco creyente. De todas formas, ¿cómo tener fe viendo las condiciones en las que ahora está el mundo?

         Esos monstruos. Ellos son los que me han orillado a esto, ellos son quienes me arrebataron a las personas que amaba, ellos reinan este mundo ahora y es por eso que la vida para un humano solitario no es factible. Mientras mis lágrimas siguen cayendo, recuerdo que no tengo opción. Pero sigo llorando.

         Estoy a punto de apretar el gatillo cuando un estruendo al fondo del edificio me sobresalta. El susto me hace soltar un disparo al techo y la estructura —o lo poco que queda de ella— me cae encima.

         Toso mientras me pongo de pie y me sacudo el cabello. ¿Qué pasa? Aquel estruendo sonó como una especie de explosión. ¿Pero de dónde provino?

         Miro a mi alrededor. Apenas puedo distinguir algunas sombras que me indican el camino hacia el interior. Mi corazón late muy fuerte mientras doy cada paso, y mientras avanzo me percato de que mi frente está bañada en sudor. Pero, ¿por qué continúo? Éste no era mi plan. Pero, ahora que ha sido frustrado, tendré que encontrar otro lugar para efectuarlo.

         Sigo caminando hasta que distingo un destello de luz al fondo, pero continúo andando a ciegas. En realidad, no sé qué espero encontrar, pero aun así mantengo mis pasos. Es como si una fuerza desconocida me impulsara, como una corazonada. O tal vez no sea nada. Sin embargo, cuando llego al punto de origen de aquella luz me percato con cierta desilusión de que no se trata de nada.

HOSPEDANTES ©Where stories live. Discover now