☣CAPÍTULO 24☣

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         A pesar de todo, debemos continuar. Glenn nos guía hasta un callejón por donde accedemos al portón estrecho de un edificio para escondernos. Afuera se escucha a la horda alejarse. Sólo entonces logro calmar mi corazón desbocado.

         Me siento sobre un escalón y miro al resto. Lottie toma a Elliot de los brazos de Dale y se tumba en el suelo. Dale se coloca a mi lado con Mila pegada a él.

         Glenn, una vez que asegura las puertas de la entrada y de las escaleras, se acerca a Dale y levanta su rostro tomándolo por la barbilla.

         —Oye —se queja el chico, pero cuando ve que comienza a revisar la herida de su cabeza calla, mordiéndose el labio cuando su toque es demasiado rudo.

         —No tienes ningún corte —sentencia, usando agua y un trapo que lleva en su maleta para limpiarle la sangre—. Tienes suerte de ser un cabeza dura.

         Dale ladea una sonrisa y sujeta el trapo que le deja en sus manos.

         Luego Glenn se arrodilla frente a mí y examina mi cabeza, procediendo de la misma forma que con Dale. Al tenerlo cerca percibo sus heridas. Su labio inferior está hinchado y sobre su cuello luce un largo corte cubierto de sangre seca. Su ropa también está llena de tierra y sangre.

         —Estoy bien —susurra al notar mi insistente mirada. Agacho más la cabeza, avergonzada—. Y tú también, aunque empieza a preocuparme esa herida de allí. —Presiona sobre mi cráneo.

         Es un toque ligero, pero hace que me recorra un pinchazo de dolor. Se dedica a desinfectar el corte, apartando el cabello y limpiando con ahínco, para finalmente vendarme.

         Por último, se dirige hacia Lottie.

         —Tú turno —le suelta.

         —Estoy bien —dice con voz débil.

         Glenn suspira y se acuclilla frente a ella.

         —Tu pierna —insiste—. Estabas cojeando. —Tiende una mano hacia ella, instándola a cooperar.

         Ella parece renuente, pero ante su mirada apremiante, termina cediendo. Glenn remanga su pantalón y la revisa en silencio, con un cuidado minucioso que me impresiona. Parece como si Lottie le resultara un ser frágil al que debe tocar con cuidado para no dañar.

         Por largas horas lo único que hacemos es esperar. El silencio y la oscuridad parecen descifrar los sentimientos que imperan en el ambiente.

         Dolor. Desasosiego. Horror. Luto.

**Playlist Song 5**

         Cuando nos atrevemos a salir el atardecer ha caído, una fina llovizna cubre las calles y nosotros debemos darnos prisa en encontrar un lugar para pasar la noche. Avanzamos en silencio, alejándonos del centro, y encontramos un parque inmenso en medio del cual hay una vieja cafetería elevada varios metros sobre una plataforma de madera. Cruzamos amplios tramos de zona verde, de aspecto boscoso a causa de la inactividad humana, hasta llegar al pie de la entrada que está fortificada. Tenemos que deshacer la barricada y volver a montarla detrás de nosotros. Mientras subimos los escalones Dale me codea. Cuando lo miro me señala, a lo lejos, un amplio terreno cubierto de rosas silvestres.

HOSPEDANTES ©Where stories live. Discover now