XXIV - Revelaciones Parte II

21 6 36
                                    

Al día siguiente, antes de que el sol comenzara a salir por el horizonte, el paisaje se aclaraba poco a poco, había una espesa niebla, la cual era perfecta para movilizarse discretamente. Tal como se acordó, Sappheiros y sus hombres partieron a pie hacia su destino, Zafiro. Debían evitar levantar sospechas, así que no volaban, ni usaban transporte alguno, su cargamento era ligero, asignado a cada persona, aquel consiste de una tienda especial que podía albergar hasta 10 personas al mismo tiempo; agua, alimentos y artículos de curación muy básicos para unos días, todo compactado con magia, también portaban capas térmicas individuales, la mayoría son artículos sustraídos de los comerciantes provenientes de Rubí y Zafiro. Lea está a cargo de cuidar y vigilar a Iris durante el trayecto, al principio, como era de esperarse, la joven estaba rejega, sin embargo sabía que si causaba problemas no terminaría bien.

En contraste al ambiente húmedo del amanecer con el que despertaron, alejados del territorio Rubí, el camino que recorren es árido y rocoso, el sol alcanzó su punto más alto y el calor es abrasador, esto no supone un problema para quienes ya están acostumbrados, sin embargo, Iris encuentra difícil respirar, suda mucho y se siente muy agobiada, aunque procuraban mantenerla hidratada, la sed no calmaba, pues no permitían que descansara e incluso tenía varios raspones por caídas debido al cansancio. Ya entendía las palabras de su captor, la ruta no era para ser recorrida por cualquiera y seguro no lo harían por gusto si había otros caminos menos hostiles.

Por la tarde Iris sucumbe ante un golpe de calor y el grupo se ve obligado a detenerse, la noche también caería pronto, por lo que levantaron campamento ahí mismo, muchos de los artículos eran mágicos, como la tienda en la que colocaron a la muchacha, la cual permite regular la temperatura en su interior y por fuera, se camufla con el entorno, en esta la atenderían hasta que la fiebre ceda. Ella pudo recuperar sus energías después de descansar unas horas, y Lea se encarga de sus necesidades básicas.

Para sorpresa, lo que en realidad robaba la atención de Iris, eran esas emociones y sensaciones extrañas que rehusaban dejarla, como la confianza inusual hacia las personas que la raptaron y el inmenso interés por saber la relación con su familia, aunque está asustada, es la única pista que tiene desde que llegó a Lapide, otra razón para no pensar en huir, sin contar las amenazas que se le presentaron.

Percibe cambios constantes en su interior, como si pudiera reconocer que no provienen de ella, sentía una conexión con su entorno, pero no logra definirlo de forma lógica. Físicamente, algo recorría todo su cuerpo provocando que se erice y lo curioso es que parece empezar por sus ojos, o mejor dicho, por lo que ven, también siente que su espalda palpita. Ángel, Lea y Sappheiros habían mencionado que tenía un poder, pero ella no estaba consciente de él y hasta ahora no podía relacionarlo, ahora cree que ha detonado debido a los temas y sucesos del momento.

Ya no era tan descabellada la idea de ser una Angelus. Nota fácilmente la unión y calidez entre la gente que la rodea, se sentía como una familia a pesar de que los hombres tenían sumo respeto al hablar con Sappheiros, él mismo, los trataba como iguales, pero además parecía tener un vínculo con ellos, como si les confiara su espalda. Detalles como que estaban bien preparados con cosas muy ligeras, que les permite moverse rápida y sigilosamente, su coordinación y de más, hacían obvio que habían convivido mucho tiempo. Pero ella siente emociones ajenas.

Creo que son de ellos... Lea parece tener gran preocupación por Sappheiros, quizás algo más allá... los demás parecen dejar las decisiones a su líder pero no se sienten cómodos con la situación, también me miran con tristeza... Sappheiros tiene muchos sentimientos mezclados... no entiendo nada -analiza en su mente.

-Deberías descansar, si continúas activando tu poder de forma descuidada te sentirás mal... -dice Lea no soportando más la situación.

-Ni siquiera sé cómo lo hago...

AngelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora