IV - Retroceso

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~Días después~

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~Días después~

Todo parece mejorar lentamente, Iris se propuso cumplir con sus deberes, para después pedirle tiempo a su padre en el que puedan convivir, por supuesto con la ayuda de André, para que el primero no pueda rehusarse y su trabajo no sea afectado; aunque Takuya parece evitarla al principio, poco a poco libera los sentimientos encerrados en su corazón congelado por la soledad y el miedo.

Una tarde, los tres pueden tomarse un respiro y André les ofrece tomar el té en el jardín, a la joven se le antojan las manzanas del árbol cercano a ellos y el tío le ofrece bajarlas, sin embargo ella se niega argumentando que quiere que su padre pruebe las que ella obtenga y corre hacia el árbol para trepar, Takuya muestra un rostro severo.

—Tranquilo, ella estará bien, ya lo ha hecho antes, además siempre estoy cerca —André intenta calmar al enojado padre.

—Aunque sea así, no debería trepar árboles.

—No es necesario ser tan estricto, es bastante hábil aunque no lo parezca, después de todo le he enseñado a cuidarse de varias formas.

Aun enojado observa a su hija actuar. Mientras tanto, por el lado de las habitaciones de la servidumbre, salía un joven, de la misma edad de Iris, hijo de una de las sirvientas con más años trabajando para la familia y la de mayor confianza para André, por lo que su hijo tiene permitido vivir con su madre ya que es viuda y no tiene otro lugar donde dejarlo; además la mujer quiere mucho a Iris desde que nació y aunque no pudiera acercarse como antes, la ha cuidado de otras maneras; él fue compañero de juegos de Iris antes de los cambios impuestos por Takuya, nadie sabe que han convivido a pesar de ellos y son buenos amigos. 

El ahora joven curioseaba cerca de ellos y se había quedado observando, ocultándose en un arbusto, sin embargo se percata de que la rama que sostiene a su amiga está por ceder y corre hacia el árbol, desde la perspectiva de André no se puede ver esto, hasta que se rompe la rama, pero justo cuando eso ocurre, el joven ya está abajo y recibe todo el peso de Iris sobre él. 

Takuya se levanta asustado pero André reaccionó tan rápido que ya estaba junto a ellos. —¿Están bien? —pregunta mientras los revisa y ayuda a que se pongan de pie.

—¡Ay, ay! eres más pesada de lo que pensé —el joven se continúa quejando, pero no tiene heridas graves, solo golpes por el impacto y algunos rasguños de las ramas.

—Oh, no digas eso Dean —dice algo molesta Iris.

—¿Qué significa esto? ¿Cómo llegaste tú aquí? —pregunta Takuya mirando al joven con gran severidad.

—Yo... yo solo quise ayudar... —Dean responde temeroso.

—Nadie tiene permitido estar aquí, excepto nosotros tres, eres hijo de Salma, deberías conocer mejor tus límites muchacho —Takuya se dispone a agarrar al joven por el cuello pero André se interpone entre ambos.

AngelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora