XIII - Fuertes sentimientos

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Mientras los jóvenes observan el bello paisaje ante ellos, un ruido se escucha a sus espaldas, Ángel se pone en alerta, un ave levanta el vuelo y él suspira aliviado, la joven ve al animal volar y se queda pensativa

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Mientras los jóvenes observan el bello paisaje ante ellos, un ruido se escucha a sus espaldas, Ángel se pone en alerta, un ave levanta el vuelo y él suspira aliviado, la joven ve al animal volar y se queda pensativa.

-¿Pasa algo? -pregunta Ángel.

-Esa ave es...

-Es solo un águila blanca...

-Juraría que nos mira y... ¿No te parece familiar?

Ángel trata de asociar las palabras de Iris a algo que hayan visto juntos pero su línea de pensamiento es interrumpido por Iris.

-Sapeiro... -menciona en voz muy baja, pero Ángel alcanza a escucharla.

- ¡¿Te refieres a que esa águila es Lea?! -Pregunta algo alarmado.

-Dime ¿qué probabilidades hay de encontrar un ave así aquí?

-Aquí no se ven ese tipo de aves... -comenta-esto no me da buena espina -Piensa.

-Sin mencionar que por alguna razón no puedo dejar de recordar su mirada... la de ambos...

Mientras observan y están ocupados analizando la situación, una luz roja en forma de flecha golpea al animal y este comienza a caer desde lo alto.

-¡No!

Iris grita con gran alarma y comienza a correr en dirección a donde el ave cae, Ángel se sorprende pero por la reacción de la joven, decide seguirla y se interpone en su camino.

-¿Qué haces Iris? ¿a dónde vas?

-Tu lo viste, alguien la hirió, tengo que ayudarla.

Ella trata de pasar a su amigo pero él la detiene del brazo.

-No puedo dejarte ir, los cazadores están prohibidos en toda la isla, aunque no lo parece hay una fuerte vigilancia en todo el territorio, si fue derribada debió ser por un guardia que notó algo sospechoso, acercarnos es peli...

-¿La dejarás morir? -pregunta antes de que pueda acabar su explicación, mirándole con intensidad-, yo no -sin prestar atención a las advertencias de su amigo, ella se suelta y corre lo más rápido que puede.

-¡Iris!

Él la observa por unos segundos alejarse, soltando un quejido exasperado, se revuelve el cabello y luego la sigue. Ambos llegan al lugar donde el ave está tirada en el suelo con una herida fuerte en el costado del lado del corazón. Iris se detiene de forma abrupta y se cubre la boca reaccionando con gran impacto, sus piernas apenas la sostienen, todo su cuerpo comienza a temblar, quiere acercarse pero siente que no le responde y lágrimas comienzan a salir de sus ojos; Ángel se acerca rápidamente, se pone frente a ella para tapar la vista del animal convaleciente.

-Escucha, esto no es bueno para ti, nos alejaremos...

-¡No...! -dice con mucho esfuerzo.

-Iris, es probable que ya sea tarde, su herida es demasiado grave y tú apenas puedes permanecer de pie, vamos, te llevaré...

AngelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora