XXXI - Lleno de recuerdos

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La lluvia ha pasado, el sol comienza a surgir entre las montañas, la mayoría del grupo en la cima de una montaña está durmiendo y todos se ven sumamente agotados

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La lluvia ha pasado, el sol comienza a surgir entre las montañas, la mayoría del grupo en la cima de una montaña está durmiendo y todos se ven sumamente agotados. En realidad solo dos personas parecen estar despiertas, uno marcado por la venganza y el odio, pero que desprecia tanto en lo que ha tenido que convertirse, lucha contra un pasado que lo dividió a la mitad y la otra que intenta resurgir de la tristeza aferrándose a la esperanza.

Sappheiros observa desde el lugar donde ha estado reposando, a la joven que ha causado más conflicto en su interior que cualquier enfrentamiento que haya tenido antes. Iris observa el hermoso paisaje, que si bien era neblinoso, desde su punto de observación parecía estar sobre las nubes y le resultaba hipnotizante, por lo que no se percata que alguien se aproxima.

—Sin duda es un paisaje que parece salido de un cuento de fantasía... —comenta el hombre.

La joven se sorprende al escuchar la repentina voz, pero voltea y casi de un salto se levanta y se acerca lo suficiente para poder registrar con la mirada el estado físico de Sappheiros, si bien tiene muchas vendas, nada parece poner en peligro su vida, así que levanta su mirada y sonríe aliviada.

—Por un momento pensé que no despertaría, casi no se movía. Me alegra que esté bien...

Sappheiros contiene la respiración sin darse cuenta y se queda muy extrañado ante el comportamiento que la joven muestra. 

—¿Por qué eres tan amistosa conmigo?

—Todos trabajaron duro por salir bien de esa situación de alto riesgo, solo creo normal sentirse aliviados de que no hubo consecuencias más graves que solo heridas. Además... gracias... por salvarme... me dijeron que soltaron la cuerda debido a un accidente y que usted no dudó en lanzarse a pesar del riesgo.

—Eres el motivo de este viaje, no tendría sentido sin ti —suelta a secas.

—¿Dice eso para convencerse a sí mismo?

Hace una mueca de indignación como si leyeran su mente y se desquita intentando burlarse.

—Tuviste la oportunidad de acabar con esto fácilmente y la dejaste ir.

—¿Matando?

—Siempre hay un precio que pagar.

—La diferencia es que yo elegiré otra opción, me debe una conversación.

—Una que no estoy obligado a dar, lo decidiste sola.

—Tal vez, pero ahora sé que vale la pena, usted está fingiendo.

—Hablar del pasado y mi relación con las personas que conoces no cambiará tu situación.

—Pero usted no quiere esto.

—Tus ojos... ¿acaso tú...?

—Ah —interrumpe una voz masculina ligera—, es la primera vez en muchos años que le veo dormir tan plácidamente mi señor y eso que no es el lugar más cómodo.

AngelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora