LI - Nordri Parte I

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Faltaban tres horas para el amanecer y por la distancia calculada, les tomaría una hora más llegar a la casa Nordri

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Faltaban tres horas para el amanecer y por la distancia calculada, les tomaría una hora más llegar a la casa Nordri.

—Debo decir que Teal ha sido el más extraño de todos —comenta Larimar, rompiendo el cansado silencio que había.

—Si, él suele ser muy frío con la gente al principio pero si te ganas su respeto y confianza, se convierte en un gran soporte, aunque seguirá haciéndose el difícil, no te dejará sin ayuda, una de las razones por las que está en este lugar es que no toma decisiones a la ligera y su forma de calcular todo no tiene comparación —explica Iolita.

—Aún así estaremos perdidos si tomamos a la ligera a alguno de ellos, tenemos que aprovechar esto para conocer un poco de los que podrían ser nuestros enemigos pronto —analiza Rufo.

—Es cierto, aunque han sido bruscos en algunos casos, se entiende en este tipo de situación, pero aún son gente honorable, me gusta pensar que aunque tengan una promesa hacia Lazurd, son personas de bien —agrega Zircon.

—No puedo hablar por todos, ya que solo conozco a Padmaraga y Teal...

—Pues me han parecido muy honestos, sus sentimientos son claros, las pruebas son porque como nosotros, tienen una misión, ya lo dijo el Sr. Teal —comenta Iris.

—Esto solo es la calma antes de la tormenta... en palabras de Teal también, por ahora somos potenciales aliados, dando a entender lo fácil que podemos cambiar a enemigos, si Lazurd nos quiere muertos, ellos no podrán negarse a acabarnos, eso te lo aseguro —completa Sappheiros, mientras sus ojos parecían vaciarse de vida al recordar su trágico pasado.

—Solo nos queda seguir, hasta el final —dice con seguridad Ángel, mientras coloca su mano en el hombro de su hermano pero mirando hacia el frente, luego se adelanta a paso seguro y sin mirar atrás.

Las palabras del joven y la forma en que las dijo, les recuerda a todos que la decisión ya estaba tomada, que de nada servía pensar como lo estaban haciendo. Su misión era seguir adelante y la frase de Ángel dispersó toda duda. Para sorpresa, a pesar de ser tan joven, les habló por primera vez como un líder y eso despertó la voluntad de seguirlo.

Al llegar a la casa Nordri, esperaba en la puerta un hombre con presencia imponente no solo por su expresión de pocos amigos sino por su altura que rebasaba los 2 metros, su cabello corto de color blanco contrarrestando su tez oscura y ojos azul cristalino.

—Es tarde, pensé que se habían rendido. —La voz es tan grave como propone su imagen, al punto de poder sentir vibrar el suelo.

—Lamentamos la demora, sin embargo déjeme asegurar solo una cosa, no nos rendiremos —saluda con valentía Ángel, sus ojos puestos en el guardián sin temor alguno reflejado.

—Je, me agradas por tu seguridad muchacho, aunque necesitarás más que eso para pasar por esta casa. —Su tono es retador—. Primero me presentaré soy Aciano, en este punto no tengo mucho que explicar, así que después de que me digan sus nombres, si están de acuerdo, pasemos a la prueba.

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