EPÍLOGO

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La transformación de Raquel ha sido sorprendemente igualita a todas las que he realizado hasta la fecha. Incluso ha cooperado mi antepasada, como si supiera que esta vez, estamos haciendo lo correcto.

Los primeros pasos de la chica en su cuerpo humano fueron dudosos, temblando, y ha evitado en todo momento mirar a Lula, cuyo odio se siente a través del aire sin necesidad de poder vislumbrar su esencia. No le ha perdonado lo que pasó, y dudo que lo haga nunca.

Pero ahora tenemos a Raquel en la mansión de los Ártamo y aunque debe descansar (la transformación también es agotadora para ella, dice que mucho más que las temporales que ha vivido hasta el momento) sí que es verdad que tenemos una aliada con información muy valiosa. Ahora queda ver cuánta está dispuesta a compartir con nosotras.

Estoy sentada en el porche, sola. He pedido estar sola, no sé hace cuánto tiempo, y por suerte o por desgracia me lo han concedido sin dudar.

Sigo en esa corriente adolescente que quiere y no quiere estar sola a un mismo tiempo.

Por eso algo dentro de mí se sacude cuando noto la esencia de Leo salir por la puerta, a mis espaldas.

Las últimas luces del día se están desvaneciendo, y la verdad es que es un atardecer bonito. Aunque no soy capaz de apreciarlo, claro.

—¿Cómo estás? —pregunta con voz queda, aún detrás de mí, sin acercarse del todo.

—No lo sé —confieso en un susurro.

Noto que asiente y espera unos segundos antes de avanzar y sentarse a mi lado en el banco del porche, a una distancia prudencial. Como si fuese mejor que no se acercase a mí.

—¿Estás enfadado conmigo? —le pregunto, en un impulso.

—Sí.

Su respuesta viene tan rápido y de manera tan contundente que me estremezco. Cierro los ojos y me llevo la mano al pecho, porque me ha dolido justo ahí.

—Lo imaginaba.

—Pero no por los motivos que piensas.

Eso hace que abra los ojos y los enfoque en él, sorprendida. Su expresión es indescifrable, como siempre, pero su esencia es... cálida.

—¿Y por qué, entonces?

Casi me da miedo preguntar, porque temo la respuesta. Temo que me vuelva a decir esas cosas que sabe que hace que me enfade, porque en el fondo son verdad. Porque ha entendido, en el poco tiempo que me conoce, cuáles son mis fallos y las inseguridades que derivan de ellos. Porque aunque Nico es capaz de reaccionar como yo lo necesito en cada momento, Leo me comprende desde el principio.

—Porque te fuiste tú sola, sin decirnos nada. Porque después de todo lo que hemos pasado, pensaba que había conseguido que confiaras, al menos, en mí.

Se me estremece el corazón y entrecierro los ojos, dolida.

Quiero decirle que no es que no confíe en él, es que apenas he confiado en nadie en mi vida. Apenas me ha importado la gente suficiente durante el tiempo suficiente como para que fuera importante.

Me paso la lengua por los labios y termino mordiéndome el inferior con fuerza.

—Yo... no se trata de eso —consigo formular, después de un silencio en el que Leo espera con su infinita paciencia.

—Siento mucho que te hayamos fallado, Lara.

—¿Qué...? ¡No! He sido yo la que os ha fallado. Yo...

—Tu cometido es transformarnos, pero el nuestro es protegerte. Hacerte sentir segura. Y está visto que no lo hemos hecho. Así que solo puedo prometerte que a partir de ahora, todo irá mejor.

Y le creo. No tengo ni idea de por qué, pero le creo.

Entonces hace algo que no hubiera esperado jamás. Con ademán dubitativo (¿Leo, dudando de algo?) se acerca a mí y pasa su brazo por mis hombros, en un gesto reconfortante que me sacude de arriba abajo.

Al principio los dos nos quedamos muy quietos, tiesos, tensos.

Poco a poco me voy relajando entre sus brazos hasta posar la cabeza en su hombro.

Y nos mantenemos en silencio mientras observamos cómo el sol se oculta, cómo viene la noche.

Y empieza un nuevo día lleno de incertidumbre. Un nuevo día en el que la guerra es algo seguro y sangriento, con un enemigo que cuenta con una fuerza que les he proporcionado yo. Que podría ser mi padre, si es que esa parte no era también una farsa.

Un nuevo día en el que tengo la dolorosa certeza de que mi pareja destinada es Nico, pero también que el beso que compartí con él no significó para mí ni la mitad de lo que está siendo para mí el abrazo de Leo.

Un día en el que mi vida termina y comienza algo nuevo que va a acabar destruyéndonos a todos.


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FIN FIN FIN FIN

Subiré un post agradeciéndoos todo el apoyo pero <3 <3 DECIDME QUÉ OS HA PARECIDO                                              

Subiré un post agradeciéndoos todo el apoyo pero <3 <3 DECIDME QUÉ OS HA PARECIDO                                              

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Invocadora [COMPLETA]Where stories live. Discover now