| Capítulo 16 | parte II

138K 11.3K 1.9K
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

* * *


Se despertó y esperó encontrarla a su lado, pero no había nadie. Se preguntó si la noche anterior la había empujado demasiado, en serio quería despertar y que fuera lo primero que viera, hacerle el amor de nuevo y tomar una ducha con ella. Se levantó suspirando y se fue a su dormitorio, donde tomó un baño rápido. Se vistió con jeans oscuros y una camisa de manta.

Bajó las escaleras de la inmensa hacienda, vio el cabello rojo de Isidora en un sofá de la estancia principal, le dio una sonrisa a modo de saludo antes de regresar a la revista que estaba hojeando.

—La próxima vez me compraré unos audífonos o unos tapones para los oídos. —La voz de Dalilah lo sorprendió, la muchacha le dio una mirada de pocos amigos. ¿Los había escuchado? Esperaba que no.

Se internó en la cocina pisando los talones de la pequeña Pemberton y se detuvo en seco al escuchar la carcajada de Miranda.

Ella estaba ahí luciendo tan hermosa y terrenal, llevaba pijama y estaba sonriendo, su cara tenía luz, se tambaleó porque era demasiado. Había una señora mayor a su lado riendo, Estela, y del otro lado se encontraba Mickey haciendo una mueca de asco a lo que sea que Miranda hacía en un recipiente.

—¡Qué asco, mamá! —gritó el niño y ella volvió a carcajearse.

No podía quitarle la mirada de encima.

—Pero si solo es un huevo —dijo, divertida, acercándole el bote a su hijo, quien salió disparado hacia atrás—. ¿Por qué no quieres comerte mis huevos, pero los de Estela sí? ¿Eh?

—Es que eso se ve muy feo —contestó Miguel

—Límpiate la baba —murmuró Dalilah a su costado, quien había permanecido quieta contemplando cómo el señor Donnelle miraba a su hermana, conocía esa mirada, le agradaba que Mandy tuviera a alguien especial que se preocupara por ella, se lo merecía—. El señor Donnelle dice que él tomara la difícil tarea de comer tu comida.

Mandy alzó los ojos y lo buscó, le dio una sonrisa que ella devolvió.

—¡Jay! —El grito de alegría de Mickey lo sorprendió, mucho más cuando el niño fue corriendo a saludarlo.

Sedúceme despacio © ✔️Where stories live. Discover now