| Capítulo 20 | parte I

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Un mes después los socios mayoritarios de Vinos Pemberton se reunieron en la sala de juntas para discutir las subidas y las bajadas de las ganancias del bimestre. Miranda observaba los documentos, mientras escuchaba la conferencia, cuando su secretaria entró a la habitación. Isidora se acercó discretamente a su jefa y se dobló a la mitad para alcanzar su oído.

—Señora Pemberton, el señor Leandro necesita hablar con usted, lo tengo en el teléfono esperando.

La morena hizo una mueca sin despegar la mirada una gráfica que arrojaba cuánto habían ganado a comparación del bimestre anterior.

—Dile que le llamo después —susurró.

—Me dijo que es urgente, que se trata de Mickey, él de verdad sonaba muy agitado.

Eso bastó para que levantara la cabeza, lanzó un suspiro y se giró hacia los asistentes.

—Me temo, señores, que tendrán que continuar sin mi presencia pues ha ocurrido un contratiempo. Le pido, señor Andrade, que me envíe toda la información detallada a mi correo electrónico —le dijo al sujeto que llevaba un puntero entre los dedos y señalaba algo en la presentación, este dio un asentimiento—. Con su permiso.

Se levantó y siguió los pasos apresurados de la secretaria, afortunadamente estaban en el mismo piso de su oficina.

Solo esperaba que lo que Leandro tuviera que decir fuera algo importante, y no que no podría recoger a Mickey. Ese era el fin de semana que había quedado en recogerlo para pasarlo con él, estaba rezando en su interior pues lo último que quería escuchar era otra de sus excusas, mucho menos a la hora de la salida de Miguel ya que tendría que mandar a Pedro a recogerlo y no podría explicarle.

Se aproximó al escritorio y tomó el teléfono ahí mismo, Isidora apretó el botón.

—¿Qué sucede? —preguntó ella, escuchando un montón de ruido del otro lado.

—¿Mickey está contigo?

La confusión se hizo paso en su cabeza, frunció el ceño mirando a la nada.

Sedúceme despacio © ✔️Where stories live. Discover now