11. Negocios

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Take me away - Gabriella Aplin (Se me aguaron los ojos al escucharla)


Haven

1 semana después...

―¡No hagas eso Haven! ―dice Carly mientras ríe y se retuerce entre mis manos que le hacen cosquillas.

―Una sonrisa nunca hace mal ―Sus ojitos achinados por su sonrisa enternecen mi corazón, esta niña se ha vuelto como una hermana y haría lo que sea por hacerla sonreír, quisiera que esa expresión permaneciera siempre en su adorable rostro.

Las gemelas Lis y Lyla nos observan como si quisieran unirse pero algo se los impide, algo que les causa temor y tiene por nombre Grace, sin dejar de hacerle cosquillas a Carly las animo para que se unan, luego de varios intentos logro convencerlas pero las muy traidoras hijas de su mamá se lanzan sobre mí, una sostiene mis manos y la otra mueve sus dedos en mis costillas haciéndome soltar sonoras carcajadas.

Gracias a Dios mis heridas ya sanaron y solo quedaron las cicatrices, cicatrices que siempre me acompañaran y me recordaran lo cruel que pueden llegar a ser las personas, porque este mundo cada día que pase se va cayendo a pedazos, la humildad y la bondad se van extinguiendo dejando en su lugar el odio, la avaricia y miles de sentimientos que solo logran oscurecer el alma de las personas.

Las pequeñas manos de Carly se unen a la divertida tortura, el aire huye de mis pulmones ante tantas risas... Hace tanto que no reía de esta manera, que no encontraba una razón para olvidar todo lo malo por un segundo, pero estas muchachas están logrando hacerme ver que entre la oscuridad también se puede brillar, a pesar que todos se empeñen en borrar tu luz.

Porque las personas siempre deberíamos encontrar una razón para sonreír, a pesar de las tempestades.

Las cosquillas van cesando poco a poco hasta que todas quedamos agotadas, las tres se acuestan a mi alrededor riendo y las observo detenidamente, es admirable como son capaces de sonreír y regalar cariño a las personas mientras ellas sufren todas las noches, es algo verdaderamente hermoso ver como dan amor, cuando ellas solo reciben maltratos y gritos.

Algo se remueve en mi interior, porque ellas me están demostrando que no debo rendirme, que por muy difícil que todo sea yo debo seguir adelante. Con tan solo una sonrisa me han infundado de valor.

―Gracias ―dice Lis en mi oído, volteo y puedo observar como sus ojos tiernos me miran con una especie de brillo en ellos.

―¿Por qué?

―Desde que llegaste las cosas han cambiado, antes eran más difíciles las noches y Grace hacía y deshacía a su antojo pero cuando apareciste te enfrentaste a ella sin miedo, nos defendiste y hora nos estas regalando momentos, que por más que no son eternos, son momentos felices.

La abrazo deseando detener el tiempo para ellas, para que ya no sufran y sean felices, porque la felicidad por mucho que cuesta siempre se consigue, no hay una felicidad absoluta pero si algo cercano a ella.

―Que lindas se ven pero se acabó la diversión ―La voz fría de Grace hace que sus sonrisas se esfumen de inmediato al igual que la mía, elevo mi torso y cruzo mis piernas en forma de indio ― Haven necesitamos hablar ahora.

―No tengo nada que hablar contigo ―expreso ya cansada de todo esto, escucho los pasos y sé que todas las chicas se están acercando, entre ellas Bella.

―Qué lástima ―dice fingiendo inocencia ―Creí que querrías saber sobre Ben Gates ―Me tenso al escuchar su nombre y solo puedo pensar.

«Por favor, que no le haya ocurrido nada»

En busca de mi Felicidad ©Where stories live. Discover now