24. En busca de mi felicidad.

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Figth Song - Rachel Platten


Haven

Su fuerte mano acuna la mía guiándome, mis ojos están vendados desde que fue por mí a la cabaña, por alguna razón hoy me siento con fuerzas renovadas, como si el peso en mis hombros fuera mucho más liviano. Atribuyo todos esos sentimientos a la conversación que tuve el martes con Marcos.

El olor a pino, la densa humedad más el sonido de las ramas crujiendo bajo mis converse me indica que nos estamos adentrando a un bosque. Agradezco haber elegido un short de mezclilla, las converse y una sencilla franela tipo polo celeste que hace resaltar mis ojos.

―¿Lista?

―¡Ya deja el misterio, no me gustan las sorpresas!

La venda en mis ojos cae y quedo maravillada por lo que me rodea, árboles de grandes dimensiones, la brisa fresca choca contra nuestros cuerpos relajándonos y un cielo despejado y de un azul hermoso nos da la bienvenida.

―Es hermoso ―expreso con un hilo de voz. Muchos creen que las luces y los estridentes sonidos de la ciudad son hermosos pero aquello no le hace justicia a este lugar, la naturaleza en su mayor esplendor sumándole a eso las hojas que caen de las copas de los árboles crean un paisaje hermoso. Parece sacado de una película.

―Lo sé, y aún falta la mejor parte.

Toma mi mano y caminamos sobre algunas rocas, mientras más nos adentramos capto el sonido de un arroyo, sonrío y empujo a Marcos para sobrepasarlo, sigo el sonido hasta que tengo frente a mí un hermoso puente.

Un inmenso árbol coloniza mi atención, su tronco tiene una forma curva y rara pero lo extraño posee su cierta belleza. Corto la distancia que me separa del árbol y acaricio la dura corteza. Dejo que mis dedos vaguen por los recovecos y me estremezco inconscientemente.

Suspiro y arrastro mis pies hasta el centro del puente, este lugar es una verdadera maravilla.

―¿Te gustó? ―dice Marcos a mi lado, sus rulos están en gran parte alborotados, eso es lo que más me gusta de él. Sus rulos castaños y obviamente sus pecas.

―Es hermoso el lugar, muchas gracias por traerme ―Un sentimiento de añoranza y nostalgia se instala en mi pecho al ver el cielo brillar con tanta intensidad.

Mi cabeza no ha parado de dar vueltas desde el martes, parece un torbellino, ya no puedo seguir así, escondiéndome y fingiendo vivir una vida que no me pertenece. La pregunta es... ¿Valdrá la pena todo esto?

Miro hacia abajo y observo mi reflejo distorsionado en el agua cristalina, una lágrima traicionera cae hacia el arroyo. Hace unas semanas la soledad era aceptable pero estoy en un punto donde la ausencia de todos quema al rojo vivo.

Tener a Marcos me ha hecho ver muchísimas cosas, una de ellas es que yo soy la única que puedo elegir mi destino, su amistad me ha trastocado de tal manera que estoy dudando de si lo que estoy haciendo es lo correcto.

―¿Y esos ojitos tristes? ―susurra en mi oído al elevar mi rostro.

―La vida es una perra ―Me brinda una sonrisa triste y se sienta en el barandal del puente.

―Es muy perra pero tú decides si domarla o dejar que te ladre y te muerda ―No puedo evitar sonreír ante su sofisticada y muy peculiar filosofía ―Sonriendo te ves mucho más hermosa, Haven.

―Tienes una manera rara de ver la vida, me gusta. Quisiera poder verla como tú.

―Puedes hacerlo, ojitos ―Jamás me cansaría de agradecerle a la vida por haberlo puesto en mi camino, su sonrisa despreocupada y sus ojos risueños han sido un gran pilar este tiempo ― ¿Qué sucede?

En busca de mi Felicidad ©Where stories live. Discover now