20. Bruma

61 6 70
                                    

Perdón - Camila

Bella


Horas atrás...


―Chicas voy a salir un momento, si necesitan algo llaman a recepción, no vayan a salir por ningún motivo aún no podemos estar confiadas con Grace en libertad ―Abro la puerta pero una voz demasiado chillona me hace girar.

―¿Y por qué deberíamos cumplir tus ordenes? Acabo de salir de un cautiverio así que no quiero volver a entrar en otro.

―Solo trato de protegerlas pero aquí tienes la salida y puedes irte cuando se te pegue la gana, no estaré detrás de ti ni te rogaré para que te quedes. Es tu vida y haces con ella lo que te plazca pero usa un poco tu raciocinio.

Marie me observa atónita. Un rubor cubre su rostro y baja su vista apenada, abre su boca pero la cierra al no encontrar palabras.

―Luego vuelvo, cuídense ―Salgo de la suite y bajo las escaleras para dirigirme a la oficina principal donde espero encontrarme con el oficial Gates.


***


Entro a la gran edificación con un nerviosismo revolviendo mi estómago, mi corazón late con rapidez y parece que quisiera salirse de mi pecho.

Escaneo todo el lugar, empotradas a las paredes hay unas sillas metálicas, algunas están vacías pero en otras hay personas sentadas. Algunas tienen papeles en sus manos, otras lloran y esta ese pequeño grupo que no tiene ninguna expresión en su rostro.

El suelo es de granito blanco haciendo que el lugar se vea pulcro, las puertas de vidrio ahumadas dejan entrar luz natural al lugar, oficiales caminan de un lado a otro dando órdenes, a unos metros frente a mí se encuentra un mostrador con un oficial detrás de la pantalla de un computador.

Me acerco a paso lento. El hombre de cabello canoso y aspecto demacrado me observa con cara de pocos amigos.

«¿Serán todos los oficiales así de amargados? Porque al parecer a este no le dieron su buena mamada anoche.»

―Buenas, disculpe. ¿El oficial Ben Gates se encuentra disponible? ―Su escrutinio lento me incomoda pero no me intimida como él piensa.

―¿Quién lo busca?

―Bella Beckett, dígale que es muy importante. De vida o muerte ―resopla hastiado. Acerca un teléfono a su oreja y marca sin dejar de mirarme.

―Oficial Gates, aquí lo busca una jovencita diciendo que debe decirle algo muy importante... Ok... Sí, está bien.

―¿Qué le dijo? ―pregunto impaciente.

Me da una mala mirada y enarca su ceja, estoy pensando seriamente que la noche anterior no acabó y lo dejaron cachondo.

―Pase adelante, la segunda puerta a la izquierda ―Asiento en forma de agradecimiento y camino hacia donde me indico, mentalmente le pido a Dios que lo compadezca y su señora lo haga feliz porque si no le saldrá una ulcera.

Toco dos veces, anunciándome y entro a la pequeña pero cómoda oficina.

Un oficial esta de espaldas a mí leyendo unas hojas que reposan en una carpeta al hombre detrás de la silla, el primero se da la vuelta dejándome admirar a un oficial realmente apuesto a quien identifico por su placa como Ben.

En busca de mi Felicidad ©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt