~Borrador~
Segundo libro de la bilogia libres.
Un pasado amenaza con volver a la vida de Haven, sus días repletos de amor y felicidad se ven opacados por la presencia de aquella mirada grisácea que tanto la atemoriza, sus miedos traen consigo co...
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Ben
La suite donde se encuentran las chicas es bastante ostentosa, con varias habitaciones sin embargo deduzco que algunas han dormido en el sofá de la sala por las sabanas y almohadas que reposan sobre éste, no hay ningún sonido que pueda asegurar que hay alguien en la suite.
Todas las alarmas de mi mente se encienden, tomo a Bella por el brazo y le hago una señal para que haga silencio, la coloco detrás de mi resguardándola, realizo un rápido rastreo del lugar y saco mi arma, la coloco en posición para disparar si es necesario, me adentro en un pasillo con cinco puertas.
Miro hacia atrás para asegurarme de que Bella este bien, sus ojos me miran con temor y lágrimas contenidas, asiento para que se tranquilice un poco. La primera habitación vacía, la segunda puerta es una baño que también está vació, así sucede con las siguientes dos puertas.
El sonido de algo cayendo contra el piso me alerta, volteo y Bella me señala que la habitación del fondo, doy pasos lentos pero seguros sin hacer ningún sonido, cuento hasta tres y trato de abrir la puerta pero tiene el seguro puesto.
Me impulso y de una patada logro abrirla, me quedo estático al ver la cantidad de chicas que hay en la habitación, todas tienen su cabeza entre sus rodillas como si quieran esconderse o desaparecer. Hay al menos veinte pero una rubia que tiembla en una esquina llama por completo mi atención, está de pie y el miedo en sus ojos lacera lentamente mi corazón, esa niña no podría pasar de quince años.
Guardo mi arma y trato de acercarme pero el horror en los ojos grises de la niña me hace detenerme, llamo a Bella con una mano y ella prácticamente corre hacia mí, la niña al verla corre y se refugia en sus brazos.
―Tenía tanto miedo, creímos que Grace te había secuestrado de nuevo ―dice con voz aniñada. Todas las presentes alzan sus rostros y observan a la castaña de ojos achocolatados en el centro de la habitación.
Algunas se ponen de pie y caminan temerosas hacia Bella, doy un paso atrás para darles espacio pero dos preciosas gemas grises se posicionan en mí.
―¿Quién eres?
―Él es de los buenos Carly, es un amigo así que no tienes nada que temer ―dice Bella con un tono mimoso.
―Hola, soy Ben. Es un placer conocerte, Carly ―digo despacito para no asustarla, es bastante notable que toda la situación a la que han estado expuestas las ha afectado.
Extiendo mi mano. Sus ojos me miran suspicaces pero me da la mano, da un fuerte apretón queriendo demostrar que no me tiene miedo.
Rasco mi barba de algunos días para ocultar la pequeña sonrisa que no puedo evitar. Bella poco a poco calma a todas las chicas, las ayuda a empacar las pocas cosas que tienen y partimos hacia la sede.
Luego de aquella despedida que le hicimos a mi ángel de ojos azules, nos propusimos encontrar a los familiares de las muchachas que fueron secuestradas por Grace, no nos llevó más de dos días porque lo hicimos entre cuatro personas, algunos se mostraron emocionados al saber que sus hijas estaban sanas y salvas pero otros estaban reticentes ante la noticia, varios decían que era imposible porque su hija estaba muerta y un pequeño grupo se quedaban en silencio asimilando todo.
