28. Vencer.

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"Siempre va a ser una batalla difícil, aveces, vas a tener que perder"

The Climb - Miley Cyrus


Haven

Tomo el helado que me tiende, agarro una mega cucharada y la como, el sabor es exquisito en mi paladar. Los trozos de fresa son afrodisiacos, el helado se deshace en mi boca. Jadeo. Amo el helado de fresa, siempre ha sido mi favorito y probarlo después de tanto tiempo me causa una sensación placentera.

Elevo la vista y me quedo prendada en su mirada, me dice tanto pero a la vez nada. Saber más de su infancia me ha demostrado que está confiando en mí, que estamos encontrándonos entre tanta bruma.

No me imagino las razones por las cuales su madre lo abandonó, no juzgo sus decisiones porque no la conozco pero si ella supiera las consecuencias estoy segura que hubiera hecho todo de manera diferente. Él fue el principal lastimado y odio saber que tuvo que pasar por tanto con tan solo trece años.

Lo pienso en mi mente más pequeño, con su cabello rubio corto y sus ojos grises llorosos pensando el por qué su mamá lo dejo, preguntándose si fue su culpa y se me encoje el corazón. Nadie debería vivir con esa incertidumbre y sentir insuficiente, él es tan valioso que me molesta que haya llegado a pensar eso. Pero sé que fue el resultado del abandono.

―¿Qué tanto piensas, bonita? ―pregunta mientras lleva una cucharada de su helado de pistacho a su boca.

―Nada, solo... Pensaba el por qué tu mamá te pudo haber dejado ―Su mirada se ensombrece y me golpeo mentalmente.

―No lo sé, y tampoco lo sabré.

―¿Por qué dices eso? ―inquiero.

―Porque es así, Haven ―zanja críptico. Su mano en mi espalda baja me insta a caminar. El cielo esta estrellado y la brisa está fresca, caminamos por la acera en silencio, solo comiendo nuestros helados.

Unos metros más adelante veo un muro de granito lo suficientemente bajo como para sentarnos, le doy mi helado y corro agarrando impulso, apoyo en mis brazos mi cuerpo completo y luego me volteo para quedar sentada con mis piernas colgando.

―Ven, sube ―Me observa por unos segundos dudando pero cede. Luego de darme los helados hace la misma maniobra y se sienta a mi lado.

Apoyo mi cabeza en su hombro y observo el firmamento, las estrellan brillan acompañando a una hermosa luna menguante, una vista digna de fotografía. Saco mi teléfono y trato de fotografiarlo pero luego de intentar unas cinco veces desisto. Es patético que solo se vea un punto blanco, el cual es la luna.

Un mensaje llama mi atención.


De: Pequitas

Hola ojitos, no quise molestarte hace unos días pero ya estoy empezando a preocuparme ¿Cómo te está yendo?, ¿Estas bien?

Pdta. Ayer hable con una amiga que es psicólogo para que tome tu caso, si eso quieres, a pesar de que logramos avanzar bastante cuando estabas en Oregón quisiera que tuvieras unas sesiones más.



Sonrío por su preocupación y decido llamarlo. Ben a mi lado sigue comiendo su helado perdido en su mundo, sé que abrir sus heridas le está pasando factura por lo que no insisto. Al tercer timbre, contesta.

En busca de mi Felicidad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora