Aún recuerdo ese día, intentaba mover a mi gente para rescatarlas a las dos, en el ambiente se notaba la tensión y desesperación. Sabíamos a quién nos enfrentábamos, que el tipo era capaz de todo...Pero no de quitarme a mi niña.
Cuando ví su cuerpo...
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Siento que literal estoy flotando en una nube, soy afortunada de haber encontrado a un hombre caballeroso y bueno desde el principio hasta ahora, sus brazos me hacen sentir segura, pero solo puedo pensar que ya dentro de unos días tiene que regresar a trabajar a la Marina, así que lo mejor es disfrutar cada momento que este con el en este viaje.
Abro los ojos luego de haber tomado una siesta, la verdad es que me encantó el sexo que tuvimos hace unos instantes, a pesar de tratarme con dulzura regularmente ahorita sentí pasión y salvajismo es como si me necesitara de manera urgente y que ya lo estaba esperando desde hace tiempo.
Pongo un dedo sobre su bíceps y empiezo a dibujar círculos imaginarios, el no tiene tatuajes y no los necesita ya que así es más que sexy, beso su pecho cálido y me refugio en el como una niña pequeña. Su mano se mueve hasta mi cabeza y hace cariños en mi cabello. Este es uno de los momentos que jamás voy a olvidar, el momento en el que me hizo sentir especial.
-Eres hermosa durmiendo,¿Lo sabías?- Habla de repente.
-No me digas eso que me voy a sonrojar Luke.- Trato de tapar mi cara con mis manos y disimular la penita que me causa que me halagen de esa manera.
-Es que lo eres.- Se aleja un poco de mi para verme a los ojos.- Tus ojos, entre azul y verde son hermosos, tú perfecta y suave piel, tus hermosos labios y tú cabello que siempre lo veo volar libre como el viento.- Acaricia mi mejilla con ternura, este hombre es puro amor y no tengo nada más que pedir.
-¿Por qué eres tan perfecto?- Pongo mi mano en su mejilla para acariciarlo.- Tengo que confesar que la primera vez que nos vimos fue en una dirección así que no sé si haya dado una buena imagen, pero fue una manera inusual de conocernos.-
-Tienes razón, pero te confieso que la primera vez que te vi pensé que serías otra chica de la universidad, pero luego que me enteré que Lara y tú son amigas de hace tres años y que en verdad no eres otra chica, calaste muy hondo en mi.- Confiesa viéndome a los ojos y acariciando mi cabello una y otra vez.
-Me alegro que hayas sido capaz de ver lo que soy en realidad, ya que aparte de mi familia y amigos no ven, muchos creen en el estereotipo que por ser rubia a juro tengo que ser una descerebrada que paga para que le hagan las tareas.-
-Tienes razón, mucha personas encasillan a los otros por la forman en que se ven, si eres rubia a juro tienes que ser tonta, si eres morena no puedes tener el cabello rubio, si tienes sobrepeso tienes que encargarte de eso ahora porque puedes morir y las personas con sobrepeso no pueden existir, y paré de contar, pero en verdad una persona tiene distintas variaciones y no tiene nada que ver cómo se vea físicamente.-
-Tienes razón, por eso es que a veces me subestiman de lo que soy capaz de hacer.-
-Pues tengo que decirte que yo estoy muy orgulloso de todo lo que has logrado y el esfuerzo que eso a conllevado, tienes que seguir así sin importar lo que pase.- Me limito a sonreírle como respuesta, siento que el puede leerme y saber lo que pienso solo viendo mis ojos, sin necesidad de palabras.
