Aún recuerdo ese día, intentaba mover a mi gente para rescatarlas a las dos, en el ambiente se notaba la tensión y desesperación. Sabíamos a quién nos enfrentábamos, que el tipo era capaz de todo...Pero no de quitarme a mi niña.
Cuando ví su cuerpo...
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Faith
Una, dos, tres gotas caen sobre mi, hay muchas goteras en el lugar, aparte de la suciedad que hay en el entorno. Veo a los ojos a Lara.
—¿Qué hacemos ahora?— Pregunto, en sus ojos se nota el nerviosismo, miedo, horror.
—Aceptar nuestro final, ya no podemos hacer nada, estamos atrapadas con cadenas ni siquiera con sogas, se nota que ya lo tenían planeado desde hace tiempo.— Lara termina de hablar y entran los dos hombres junto con Matthew.
—Inaguremos oficialmente la hora de la diversión.—Camina mientras me ve con una sonrisa macabra, los dos hombres desatan a Lara y se la llevan las lágrimas llegan a mis ojos de un momento a otro.
—No le hagas nada por favor, te lo suplico de corazón.— Lo veo a los ojos y tiro hacia adelante. Se acerca a mí, pone sus dos asquerosas manos en mi rostro.
—No le harán nada tranquila, pero yo a ti sí— Empiezo a llorar, besa mi cuello, me siento asqueada, acaricia mis muslos desnudos con sus largos dedos. Intento zafarme pero es imposible por las cadenas— Hoy te haré mía una y mil veces más.— Susurra en mi oído, baja la bata por mis piernas, me espero lo peor. Así continúa hasta que me penetra sin contemplaciones, a la fuerza y dolor. Hasta que algún momento lo introduce en mi ano. Nunca había hecho sexo anal así que dolió como la mierda.
—¡Matthew no por favor! ¡No!— Lloro del dolor, me da embestidas fulminantes, no le importa nada, me rompe por dentro, lloro de dolor, veo que la sangre se escurre por mis piernas, pero el no para, me ha desgarrado y ni siquiera lo nota. Sigue hasta que se siente saciado.
—Sigues igual de buena que cuando me dejaste.— Me da un beso en el oído y se va. Llorando tomo la bata y me la coloco de nuevo, me siento sucia, utilizada, me duele todo. Intento sentarme pero no puedo, mi ropa interior se mancha de sangre, tengo que sentarme de lado porque no hay manera. Maldito el día en que conocí a Matthew Lynch, maldito sea el día.
Entra Lara cojeando a abrazarme, se encuentra ensangrentada, se nota que la golpearon y que la torturaron.
—¡Lo siento tanto Faith! No estuve para protegerte.— Rompe en llanto finalmente, la abrazo como puedo y lloro en su hombro, de repente la jalan separándola de mi brazo, la encadenan de nuevo a mi lado, su ojo está hinchado, su labio sangrante, piernas cortadas, y moretones en su cuerpo.
—No tengo nada de que perdonarte Chilito.— Tomo su mano y pongo la frente en su hombro. Matthew llega aplaudiendo.
—¡Que momento tan lindo! ¡Verdaderamente hermoso! Pero, no fue bonito cuando Faith me golpeó a traición con un jarrón en la cabeza. No fué bonito en serio, o cuando poco a poco me dejaba por el bastardo de Luke, como si yo no fuera nada.— Se acerca a mí con ojos escrutadores, va a golpearme lo sé.
Lanza el primer golpe, hace que sangre salga disparada de mi boca.
—¡Déjala bastardo infeliz! ¡Déjala!— Grita Lara a mi lado, se remueve para evitar que me golpeen. El simplemente la empuja y me da otro golpe, se acerca a la mesa y toma un látigo, encojo las piernas para evitar que me golpee, toma las cadenas que sujetan mis manos y las voltea, provocando que grite de dolor, empieza a masacrar sin piedad mi espalda, Lara grita y grita pero no el no se detiene, como ya era para Matthew un estorbo le metió un latigazo en la cara haciéndola callar de inmediato, luego le da una patada en la costilla. Mi garganta arde de los gritos emitidos desde lo más adentro. Ya no puedo más, el dolor que siento va más allá de lo inexplicable, de lo aguantable para un ser humano.
