Aún recuerdo ese día, intentaba mover a mi gente para rescatarlas a las dos, en el ambiente se notaba la tensión y desesperación. Sabíamos a quién nos enfrentábamos, que el tipo era capaz de todo...Pero no de quitarme a mi niña.
Cuando ví su cuerpo...
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2 días después
Hoy es el último día en este paraíso, me despierto por el sol que entra en el gran ventanal de la habitación, abro los ojos y me muevo en la cama buscando el calor de Luke, al tocar la sábana fría y la cama vacía, frotó mis ojos y miro hacía mi lado izquierdo.
Al no verlo me reincorporo, tengo un viaje astral mientras que veo un zapato que se encuentra al frente del sillón del rincón, cuando vuelvo en mi , me levanto de la cama dispuesta a cepillarme y realizar mi aseo personal.
Al salir del baño ato mi cabello de un moño, mientras que me posiciono al frente del closet para decidir que me voy a poner hoy. Tomo un vestido suelto negro con flores veraniegas, junto con unas sandalias del mismo color que se cruzan alrededor del tobillo. Tomo un peine para desenredar mi cabello, ya que ha estado maltratado con la constante exposición a la sal del mar y el cloro de la piscina. Tomo la plancha y aliso un poco mi cabello, solo para volverlo más moldeable.
Al terminar coloco en mi cara protector solar e hidratante de labios, me acerco a la mesilla que está debajo del televisor y agarro mi teléfono esperando encontrar algún mensaje de Luke que explique su salida. Pero no, no hay nada, me acerco a la ventana y me pierdo en la inmensidad del mar, puede ser tan pasivo y relajante como un bebé mientras duerme y feroz y arrasador como un tsunami. Tiene tantos secretos ocultos como su profundidad, incluso, cosas pueden estar escondidas en el fondo de este.
El golpeteo en la puerta me distrae de mis pensamientos, no sé, pero siempre he estado interesada en el tema del Triángulo de las Bermudas y otros fenómenos que han ocurrido en el océano. Me acerco a la puerta y miro a través de la mirilla, veo a Luke perfectamente vestido y arreglado con una gran bandeja en las manos, sonrío antes de abrir la puerta.
-¡Hola bonito!- Al abrir, una gran sonrisa se formó en los labios de mi hermoso Luke.
-¡Hola princesa!- Me hago a un lado para que pase a la habitación. Cuando ya está adentro, cierro la puerta. Veo que pone la bandeja en la pequeña mesa de la esquina, camino hasta quedar a su lado y abrazarlo.
-¿Y ese abrazo?- Me mira con una sonrisa en los labios, lo veo y le doy una sonrisa de boca cerrada.
-Nada, solo quiero abrazarte.- Le doy un beso en su musculoso brazo y me acerco a la bandeja para tomar una fresa y llevármela a la boca. Me ve mientras que me acerco para tomar de nuevo mi celular.
-Vamos a desayunar.- Dice después que sale del trance de verme, dejo el celular por quinta vez en la mesa y me dirijo a la cama, me siento al mismo tiempo que el. Tomo el sándwich que descansa en un plato, este contiene jamón de pavo, queso amarillo, carne término medio y un chorrito de mostaza.
-¿Por qué estamos tan callados?- Pregunto finalmente, se siente como un silencio incómodo después de alguna pelea.
-Por mi parte, estoy callado porque estoy reprimiendo las ganas de besarte y hacerte mía ahora mismo.- En ese momento estaba tomando un poco de juego de naranja, al escuchar eso, el jugo se vino a mi nariz, me levanto de la cama y camino rápidamente al baño para lavarme. Escucho a Luke finalmente reírse.
