6. El nieto del señor John

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Es maravilloso ver cómo cada día puede traernos una aventura. El cielo está de un hermoso color azul y sus maravillosas nubes están esparcidas por todo el cielo y las aves cantan sus más maravillosas melodías.

—¡Buenos días árboles, buenos días naturaleza! —digo mientras voy camino al colegio.

Iría acompañada de Tebi pero su madre lo lleva al colegio antes de ir a su trabajo (por eso Tebi llega tarde a clase, su madre tarda siempre en salir de casa).

No me importa ir sola, me gusta ir contemplando los lugares por donde camino, voy imaginando muchas cosas (si caminara con Tebi no podría imaginar, se burlaría de mi. Aunque ya estoy acostumbrada y sé que sólo lo hace para molestarme, pero igual, no sería tan divertido).

Camino por el Sendero de los sueños, es tan hermoso ver los árboles que rodean el sendero, le da mil años de vida al lugar. Ver aquellas hermosas aguas cristalinas donde solía jugar con papá… en fin, es hermoso volver a caminar por aquí. Decidí volver a caminar por el sendero, no quería dejar de hacerlo, Tebi tenía razón, no puedo dejar de hacer lo que me gusta.

—¡Volveré pronto!.

Dije al sendero y luego seguí mi camino con una sonrisa en mi rostro.
 
Mientras le contaba a Tebi lo sucedido la noche del sábado, Tebi prestaba atención con cada detalle que iba contando, sus ojos se agrandaron y me veía asombrado.

—Vaya Susan, gracias al cielo que no te paso nada y ese chico llegó a tiempo… pero igual eso te pasa por terca, te dije que te iba a dar para que cogieras un taxi y no quisiste —dijo Tebi volteando los ojos.

—Lo sé perdón… y si, gracias al cielo que ese chico iba pasando y me ayudó, fue un ángel al rescate de la chica en problemas…

Tebi cerró su casillero.

—¿El chico es de por acá?.

—Nunca lo había visto, además… fue muy grosero cuando me presente, ¡ni siquiera me dijo su nombre! Es un idiota.

—Lo importante es que te salvó.

—Si, es verdad.

Dejamos hasta ahí el tema del chico. Las clases transcurrieron y pasaron tan rápido como empiezan.

Luego de terminar Tebi y yo caminamos hacia la cafetería, pedimos dos malteadas y nos sentamos a charlar antes de irnos a casa. Tebi me contó de la cita que tuvo con Helen.

—Susan… estuvo increíble y…

Tebi se acercó y susurro en mi oreja —Tuvimos sexo.

Mis ojos se habían abierto como platos, no podía creer que Tebi y Helen habían tenido sexo.

—¡No me jodas!.

Las personas que estaban en aquel lugar nos miraron raro- ¿es en serio, Tebi?.

—Silencio Susan. Si, claro que es verdad, pero… no fue tan divertido, no estoy tan contento como piensas que estoy.

—¿Por qué? Digo, tuviste sexo con Helen, eso significa que ya son novios, ¿no es así?

—No, no es así… mira es que… me da algo de pena contarte estas cosas Susan…

El Sueño De Susan✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora