42. Hasta vernos otra vez

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Las vacaciones se habían terminado y era momento de volver a nuestras rutinas diarias.

No eran sino las 7:00 am cuando recibí una llamada de Mat diciéndome que su abuelo había fallecido ayer y su entierro sería hoy al medio día.  

Su voz sonaba entrecortada, podía sentirlo desbastado. Al escuchar a Mat decir: “Mi abuelo ha fallecido”. No pude contener mis lagrimas, al recordar aquel hombre tan amable mi corazón se inundo en llanto.

Trate de ser fuerte por Mat, aclare mi voz para darle el pésame y decirle que tenia que ser fuerte.
 
***

Llegado el medio día, nos encontrábamos alrededor de la tumba del señor John.

Mat se encontraba muy serio, no hablo mucho, se limitaba a observar la tumba de su abuelo. Aun así sus ojos se encontraban muy rojos, como si hubiera estado llorando toda la noche, cosa que entiendo perfectamente.

Pongo mi mano sobre su hombro para luego abrazarlo de lado —Ya esta descansando.

Mat no dice nada por un segundo —Nunca le dije cuanto lo amaba —apreta su puño.

—Él lo subía Mat —digo.

—Siempre me quiso como a un hijo, cuido de mí, aun así yo solo le daba problemas… no merecía su amor.

Una lagrima baja por la mejilla de Mat.

—Hey, tú fuiste su compañero de vida, su familia. Tal vez no le dijiste con palabras cuanto lo amabas pero se lo hiciste saber con acciones, volviste para quedarte con él, le ayudaste en muchas cosas, estuviste para él cuando te necesitaba, sé que el señor John esta muy orgulloso de ti Mat —le doy una pequeña sonrisa.

Mat voltea a verme por primera vez —Gracias por estar aquí, bonita.

—Siempre, Mat —sonrió.

Mat sonríe cansado —Ya no me queda nada.

—Claro que si, nos tienes a nosotros, tus amigos —digo volteando a ver a Tebi quien se encuentra con lagrimas en sus ojos distraído viendo al suelo.  

—Mis amigos —sonríe—. Por supuesto.

Le doy una ultima sonrisa a Mat para luego voltear a ver la tumba del señor John.

—Hasta vernos otra vez señor John —digo colocando una flor en su tumba.

—Hasta vernos otra vez… abuelo —repite Mat.
 
***

Después del entierro nos dirigimos a Sevilla, allí sentados los cuatro, ninguno quería comer nada, excepto Tebi Y Marco.

A Tebi también le dolió la muerte del señor John pero eso no le impidió dejar de comer. Marco, bueno él nunca lo conoció.

En todo el rato que hemos estado juntos, siempre estoy al lado de Mat, siento el deseo de cuidarlo, de que sienta que estoy con él, que siempre estaré para él.

Marco no ha hablado mucho, pero puedo ver que se siente incomodo al verme tan apegada a Mat.

Pero debe entender que Mat es mi amigo, que ahora mas que nunca necesita la compañía de sus amigos.

—Mat… ¿qué piensas hacer de ahora en adelante? —dice Tebi viendo a Mat nostálgico.

Mat deja de ver lo que sea que estaba viendo  para voltear a ver a Tebi —Volveré al ejercito. Tengo responsabilidades y no puedo deshacerme de ellas tan fácil, aun me falta mucho por hacer.  Aquí ya no me queda nada, todo lo que tenía, se ha desvanecido —Mat voltea a verme.

—¿Y la cafetería de tu abuelo? —digo.

—Es lo único que me queda de mi abuelo… no puedo simplemente venderla.

—¡Ya sé! —dice Tebi. ¿Por qué no la dejas a cargo de la madre de Susan, ella estaría encantada.

—¡Por supuesto!, mi madre estaría encantada, de paso hace algo ya que hace tiempos dejo de trabajar en aquella tienda.

Mat abre sus ojos como si se le hubiera ocurrido una idea —Claro, sería una muy buena idea, ella podría quedarse a cargo, sé que lo haría muy bien.

Nos dirigimos a casa, le contamos a mi madre sobre lo de trabajar en la cafetería del señor John y hacerse cargo cosa que inmediatamente acepto.

***

Un rato de privacidad con Mat.

Tebi se encontraba con Loren y Susi sentados en el mueble de la sala mientras Marco tecleaba en su celular sentado en uno de los muebles.

Mat y yo nos encontrábamos en el jardín.

—Hoy te vas ¿no es así? —dice Mat.

—Si, salimos en un rato. Pero Mat, podría posponer mi viaje y así…

Mat me interrumpe —Para nada, tienes que ir. Yo no te voy a detener, tienes responsabilidades allá y una vida. Yo estaré bien, no te preocupes por mi —Mat sonríe.

—Pero quiero acompañarte Mat… quiero estar mas tiempo contigo.

Mat voltea a verme y acaricia mi mejilla con su suave mano —Nuestro momento ya paso, bonita. Ahora tienes a alguien que se ve que te quiere. Aunque en mi corazón siempre vas a ser tú Susan Gonzales y eso nadie podrá cambiarlo.

Mis ojos se cristaliza —Siempre te voy a querer Mat.

 —Lo sé —Mat sonríe—. Fui tu primer hombre y eso nadie me lo quita.

Rio —Tonto.

—Ahora ve y sigue conquistando al mundo con tus novelas cursis —Mat sonríe—. Nunca pares de soñar, nunca te rindas sin antes intentarlo, cree en ti y en lo que eres capaz, no te limites, porque naciste para ser esa preciosa estrella que acompaña a la luna, que yo estaré ahí animándote mientras miro al cielo todas las noches.

—Oh  Mat…

Sin poder decir una palabra me lanzo a Mat para abrazarlo fuertemente.

 ¿Por qué todo en la vida tienen que ser despedidas?

Las despedidas son poco románticas y con finales muy tristes.

Espero poder volver a ver a Mat, que esta despedida no sea para siempre, sino un "hasta vernos otra vez".
 

El Sueño De Susan✔️Where stories live. Discover now