38. Reencuentro

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La luz que entra por mi ventana y hace que me despierte. Miro a mi lado y me sorprendo al no ver a Marco durmiendo.

Me siento en mi cama y doy un bostezo.

¡ES HOY!.

Salto fuera de la cama, entro al baño y me pego una ducha.

El agua esta helada.

Digo entre dientes mientras tiemblo.

Busco un hermoso vestido rojo que compre en la ciudad y me lo pongo.

Hace poco había cortado mi cabello, ahora me llegaba hasta mis hombros, me canse de tener que peinarme, así que con mi cabello corto todo era mas fácil.

Buen truco ¿no?.

Reviso mi celular y veo un mensaje de Tebi.

Tebi: En cinco horas llego.  

Yo: Si me dices que dentro de cinco horas llegas, estaré lista desde antes : )

Bajo rápidamente las escalas y sin darme cuenta choco con Marco.

—¡Aush! —me quejo.

—Hey, ten mas cuidado señorita —Marco me ve de arriba abajo—. Wow, estas… —suspira—, Hermosa.

Sonrió —Gracias Marco.

Mi madre y Marco estaban terminando de preparar el desayuno.

—Buenos días madre —saludo con una sonrisa.

Mi madre voltea a verme enseguida —Oh, cariño, mira que preciosa te vez. Irradias alegría en tu rostro, veo cuanto te alegra el hecho que veras a Tebi.

—¡Oh, por supuesto que si madre!. Extraño a ese cabeza hueca.

Marco sonríe.

Pasamos a la mesa y desayunamos.

Extrañaba las comidas de mamá.

***

El tiempo paso y Marco y yo ya estábamos en Sevilla.

Antes de ir a Sevilla, pasamos por el Sendero de los sueños. Marco quedo encantado con el lugar, decía que era el lugar perfecto donde vivian las Ninfas como yo.

Marco y sus ocurrencias.

Recorrimos varios lugares antes de llegar a Sevilla, aunque algunas cosas ya habían cambiado y el sendero estaba un poco mas viejo, los recuerdos seguían vivos.

Saludo a Bell quien después de tanto tiempo todavía seguía aquí. Después de decirme que cuanto había crecido y que estaba muy hermosa, Marco y yo nos sentamos, esperando a que Tebi llegara.

Después de unos minutos en silencio iba hablar.

—Marco yo… ¡Oh por Dios! —digo con emoción y me paro de la silla. ¡Tebi! —grito y salgo corriendo dejando a Marco allí sentado.

Al llegar a Tebi me lanzo encima de él, mis brazos lo rodean y unas pequeñas lagrimas aparecen en mis ojos nublando mi visión.

—¡Susan!, cuanto tiempo —Tebi me abraza fuertemente y lagrimas inundan sus ojos.

Nos quedamos allí, abrazándonos como si nos fuéramos a desaparecer en cualquier momento y no quisiéramos separarnos.

Unos minutos después nos apartamos un poco.

Tebi seca sus lagrimas y al igual yo.

—Te vez mas alto —digo.

—Y tú mas enana

El Sueño De Susan✔️Where stories live. Discover now