40. Somos como Adán y Eva

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Sentados al lado de las aguas cristalinas del sendero de los sueños, Marco y yo lanzábamos piedritas al agua.

Después de un rato de silencio, Marco habla.

—¿Cómo te sentiste al verlo?.

Volteo y sus ojos están fijos en el pequeño rio.

Doy un suspiro —Me sentí muy feliz, tantos sentimientos y emociones… mutuamente nos pedimos perdón por el daño que nos hicimos, sanamos las heridas y es lo que mas importa —una pequeña sonrisa aparece en mis labios.

Marco deja de lanzar piedras y se voltea para quedar frente a frente —No te voy a negar que sentí celos, verte feliz a su lado… me hizo sentir…

—Hey, todo esta bien, las cosas ya están claras, yo estoy contigo y es lo que realmente importa ¿no?.

Marco sonríe —Eres un encanto Ninfa —dice mientrasse acerca para darme un beso apasionado.

Una de sus manos acaricia mi entrepierna.

Rápidamente nos quitamos la ropa hasta quedar como Dios nos trajo al mundo.

—Somos como Adán y Eva —Marco sonríe—. Y estamos a punto de pecar.

Rio y lo rodeo con mis brazos.

Y sin más, terminamos haciéndolo en el sendero de los sueños.

Padre perdón.

Espero no me estés viendo en este momento.

—No quiero olvidar este momento —dice Marco acariciando mi abdomen con uno de sus dedos.

—Yo tampoco. Lo guardaremos en el baúl de los recuerdos —sonrió.

—Tuve sexo en el bosque de la Ninfa encantada.

Rio —Tus ocurrencias son únicas.

Marco besa mi frente —Siempre quiero verte sonreír, así que acudo a mis ocurrencias nivel dios.

Sonrió para luego dar un suspiro —Gracias por estar conmigo cuando me sentía tan sola.

—Gracias a ti por encontrarme cuando todos me temían.

—Bueno, si eras un poco temible pero a mi no me intimidabas.

Marco sonríe —Solo era un chico de pocos amigos, no sabía socializar y mi aspecto de chico malo hacía que las personas no quisieran acercase a mi.

—También fue gracias a Katerín, ella te unió a nosotros.

—Si, Pocahontas —sonríe—. Ella si que es buena socializando. Recuerdo que el primer lugar que fui con ustedes fue al club de papá.

Rio —Y sin saber que prácticamente tu eras el dueño.

—No me gusta presumir. A demás, no es mío, pero lo será. Le dije a papá que le compraría el club y dijo que lo iba a pensar.

—¿En serio lo quieres comprar? —digo abriendo mi boca en asombro.

—Si, quiero que sea mío y quiero remodelarlo.

—¡Eso es genial!.

—Si, espero que tú me ayudes con eso.

—¡¿Yo!?, ¿digo en que te podría ayudar?.

—Tú tienes lo que a mi me falta, creatividad.

Sonrió —Entiendo, cuenta conmigo.

Después de vestirnos salimos del sendero, fuimos con Marco a visitar la tumba de papá y luego fuimos a la casa de Tebi.

Solo nos quedaban tres días de vacaciones y teníamos que aprovecharlas al máximo.

—Mat vendrá en un rato —dice Tebi mientras nos da un baso con jugo.

Marco no dice nada.

—En serio, que bien —digo mientras volteo a ver a Marco quien da un sorbo de su jugo.

—Si. Espero que no te incomodes Marco, pero sabrás que somos amigos y…

Marco le interrumpe —No pasa nada, sé que es un lazo que los une y yo ahí no puedo hacer nada —Marco sonríe.

Tebi le devuelve la sonrisa —Que bueno saber que no te molestas o te incomoda.

—Para nada, los amigos de Susan, son mis amigos —Marco me da una sonrisa.

Tan divino.

Marco cada día se esta ganando mas mi corazón, lo comienzo a ver con ojos de amor…

No quiero volver a sufrir.

Marco me da tranquilidad.

Sus ojos, su cuerpo, sus labios excitadores, todo en Marco me encanta.

Con él me siento en casa.

El Sueño De Susan✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora