El Sueño De Susan✔️

17. Día de cine

—Yo digo que veamos Annabelle 2.

—¡Que no Tebi! No vamos a ver una película de terror —digo irritada.

—Eres una gallina.

Definitivamente Tebi sabe como hacerme enfadar.

—¡AAAH!, ¡por supuesto que no me da miedo, solo no me gustan las películas de terror y punto! —junto mis brazos en mi pecho y hago una mueca.

Tebi y Mat se sobresaltan.

—Esta bien, esta bien, veremos la que tú dices —dice Tebi alzando sus manos.

—Las mujeres siempre tienen que tener la razón —dice Mat poniendo sus ojos en blanco.

—De ahora en adelante tú, querido amigo lidiaras con esa fiera.

Tebi le la una palmadita en el hombro a Mat.

—Tebi…

Aprieto mis puños.

—Ok, ok. Mejor compremos las boletas de una buena vez —dice Tebi rápidamente y corre a hacer la fila.

—Mat, no creas lo que dice Tebi, a veces es como dices tú “un fastidio”.

Mat voltea a verme y me da una sonrisa de lado.

—Yo sé lo que eres, y así decidí estar contigo, aunque soportarte va a ser un fastidio… —Mat rasca su cabeza pensativo. Pero es un riesgo que estoy dispuesto aceptar.

—Tan modesto —digo entrecerrando mis ojos.

Mat besa mi mejilla y siento que me derrito de amor.

—Listo chicos, compré las boletas, ahora vamos por la comida —dice Tebi.

Entramos a la sala de cine y nos sentamos en nuestras respectivas sillas, esperamos unos minutos a que comenzara la película. Tebi ya había acabado sus palomitas antes de comenzar la película, típico de él.

—¿Por qué no esperaste a que comenzara la película para comer? —digo.

—Jeje, tenia hambre —dice Tebi apenado.

Volteo mis ojos y al igual Mat.

—Bien, ahora silencio que va a comenzar la película. -dice Mat.
 

***

 
Después de terminar la película nos dirigimos a la heladería de Bell. Pedimos tres grandes helados para cada uno, el helado me gano así que le di la mitad de mi helado a Tebi que no me quitaba la mirada de encima esperando que yo dijera las palabras mágicas (ya no quiero más).

—Chicos, pronto dejaremos de vernos... deberiamos hacer una promesa —dice Tebi con emoción.

Mat juega con la cucharita de su helado y luego levanta su cabeza —¿Qué promesa?.

—Prometamos que pase lo que pase y los años que pasen, nunca dejaremos de ser amigos y ustedes... bueno, seguiran juntos —sonríe.

Le doy a Tebi una sonrisa de boca cerrada.

Yo tambien espero lo mismo.

—Lo prometo —digo colocando mi dedo pulgar.

Tebi hace lo mismo.

Mat no dice nada, da un sorbo a su bebida.

Abro mi boca para hablar pero la voz de Mat me interrumpe.

—Yo no puedo prometerles eso —Mat se tensa.

Tebi y yo nos vemos con cara de confusion.

—¿Por qué? —digo.