10. Me gusta el chico amarguras

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Pasaron dos meses y las cosas en mi trabajo no eran tan divertidas, aguantar las amarguras de Mateo era de todos los días, aunque ya lo estaba tolerando. Tebi iba una que otra vez a la cafetería, charlábamos un poco en los ratos que no hacía nada y sin duda a Mateo le fastidiaba eso (en sí a Mateo todo le fastidiaba). La verdad es que Mateo me daba mucha curiosidad, el señor John no hablaba mucho sobre la vida de Mateo, es como si fuera prohibido hablar de ello, cuando le pregunto el por qué de su comportamiento simplemente me dice:

<<Ciertas cosas en Mateo no están bien pero, te puedo asegurar que es un buen chico>>.

En fin, no creo que exista una sola razón que justifique su amargura y lo grosero que suele ser.

—Sabes Mateo, ya conozco la mitad de la vida de las personas que entran aquí... por ejemplo... ¡mira! La señora de la mesa cinco —golpeó suavemente el hombro de Mateo—, tiene una vida amorosa tan poco romántica, me da lastima por ella, la he escuchado hablar por teléfono mientras toma su café. Su novio la dejo por otra mujer, ¿puedes creer eso Mat? Perdón, Mateo —me corrijo al instante. Es tan... ¡cruel de su parte!.

Siempre trato de hacerle charla a Mateo, pero siempre me ignora o simplemente habla poco.

Mateo me había dejado claro desde la primera vez que no lo llamara "Mat".

Mat hace una mueca —No deberías estar escuchando conversaciones ajenas —dice poniendo sus ojos en blanco.

—Pero... las escucho sin querer. A este lugar vienen personas con muchos problemas en sus vidas, conocer sus situaciones solo me hace pensar en lo afortunados que somos de no tener sus mismos problemas, ¿no crees, Mateo?.

—No, tú qué sabes de eso, además, a ti que te importa sus problemas... ash eres una molestia. Solo encárgate de atender las mesas y ya deja de escuchar conversaciones que no te incumben.

Mateo agarra la bandeja con dos preparadas y las lleva a una de las mesas con mala gana.

Tonto.

¿Por qué tiene que ser tan amargado?. Dice que la gente es un fastidio pero para mí él es el fastidioso. Siempre me lleva la contraria en todo lo que digo o hago.

Continuó haciendo mi trabajo, atendiendo las mesas y encargándome de la caja, a ratos nos turnamos los trabajos con Mateo aunque a él le gusta estar más en la caja, claro porque dice que atender gente es un fastidio. ¿Cómo un chico tan guapo como él (porque si es guapo, amargado pero guapo) puede llegar a ser tan amargado?, si sigue así va a envejecer rápido.

Estoy de aquí para allá, llevando los pedidos a las respectivas mesas, mientras Mateo esta en la caja.

—Deberías sonreír a los clientes, con esa cara solo los vas a espantar y pronto nadie vendrá a este lugar —digo al momento de descargar la bandeja.

Mateo pone sus ojos en blanco —Mi abuelo no me paga por poner cara alegre.

Pongo cara de pensativa —¿Habrá por lo menos algo que te agrade? Algo que, no sea "fastidioso" para ti...

Mateo trata de sonreír pero se retracta.
—No me fastidia que no me hables.

—¿Qué?

Mateo deja mostrar sus blancos dientes con una sonrisa falsa.

Wo, chico amarguras tiene bonita sonrisa.

Susan, deja de decir estupideces es horrible.

—Eres lenta. Solo te diré algo —Mateo camina hacia la cocina—. Puedes decirme Mat.

El Sueño De Susan✔️Where stories live. Discover now